En cualquier caso, el valor, aunque se mantuvo por debajo de la barrera de los 10 euros, experimentó una caída más liviana que la del grueso de los valores, lo mismo que la pasada semana, en la que acumuló un retroceso del 2,29%, frente al 4,59% que perdió el Ibex 35.
Y es que la venta de Telefónica Irlanda se cerró en 850 millones de euros, frente a los 700/800 millones que habían estimado los expertos.
Los analistas de Ahorro Corporación especificon que esta venta se realizó a 6,54 veces la relación EV/Ebitda frente a las 5,7 veces a las que había enajenado su filial alemana. Una operación que, según estiman los especialistas, permitirá a Telefónica alcanzar su objetivo de reducción de deuda: 47.000 millones de euros a final de 2013.
La venta, unida a la mejora experimentada por las reflexiones de los expertos sobre el valor de la operadora española -tras barajarse la posibilidad de una hipotética OPA-, prevé que contribuirá a acentuar las tomas de posiciones sobre el valor a medio plazo, pues un amplio sector de inversores considera que su cotización está infravalorada y debería rebotar hacia niveles más acordes con sus fundamentales. Los inversores estiman que el valor debería rebotar en semanas venideras y consolidarse en la zona 11/12 euros, para más adelante recuperar niveles por encima de los 15 euros.
Ingresa 850 millones con la venta de su filial irlandesa
Esta operación, en la que Merrill Lynch (BofAML) ha actuado como asesor de Telefónica, se enmarca dentro de la política de gestión proactiva de la cartera de activos de Telefónica y de las iniciativas destinadas a incrementar su flexibilidad financiera.
En este sentido, se espera que este acuerdo ejerza un impacto positivo en la reducción de la deuda neta del grupo Telefónica de, aproximadamente, 780 millones de euros, sin tener en cuenta el cobro del pago aplazado adicional, según ha señalado la compañía.
De esta forma, la operación permite a Telefónica acelerar su proceso de desapalancamiento y aproximarse así a su objetivo de situar la deuda neta por debajo de los 47.000 millones de euros en 2013 desde los 51.200 millones de euros de cierre del pasado año.
MÚLTIPLO DE SIETE VECES EBITDA
Así, según el consenso estimado, la operación supone un múltiplo de 7,1 veces el Ebitda del grupo en Irlanda para 2013, más de un 30% superior a la media de precio estimada por los analistas y por encima de la media de operaciones similares tales como la de Vivendi SFR (6,2 veces), Sunrise (6,2 veces), Orange Switzerland (6,5 veces) y Orange Austria (6,9 veces).
Telefónica, que entró en el mercado irlandés en el año 2006 con la adquisición del grupo O2 en Europa, mantenía una plantilla de 965 empleados a cierre del pasado año.
LA FILIAL IRLANDESA SUPONÍA EL 1% DE LOS INGRESOS DEL GRUPO
A finales de 2012, Irlanda contaba con un total de 5,4 millones de líneas móviles. La penetración móvil, basada en una población de 4,6 millones y según el número de tarjetas SIM activas por cada 100 personas, se sitúa en un 119,0%.
Por su parte, la filial irlandesa del grupo Telefónica cuenta con 1,5 millones de accesos totales a cierre del primer trimestre, de los cuales un 48,3% eran de prepago y el resto, 51,7% de contrato.
Los ingresos de la firma se situaron en 629 millones de euros en 2012, un 13,1% menos que en el año anterior, mientras que el resultado operativo antes de amortizaciones (Oibda) disminuyó un 36,9% el pasado ejercicio, hasta los 130 millones de euros. De acuerdo a estos datos, Irlanda suponía un 1% de los ingresos y un 0,6% del Oibda consolidado del grupo Telefónica a cierre del 2012.
VENTA DE ACTIVOS
Esta desinversión de Telefónica en el negocio irlandés, encaminada a reducir la deuda de la compañía, se suma a otras operaciones recientes la venta de un 40% de sus activos en Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Panamá a Corporación Multi Inversiones por un importe de 500 millones de dólares estadounidenses (381,6 millones de euros).
Asimismo, Telefónica acordó a principios de año la venta a Sky de su negocio residencial fijo de telefonía y banda ancha en Reino Unido por un importe de 180 millones de libras esterlinas (208,54 millones de euros), ampliables en hasta 20 millones de libras (23,17 millones de euros) adicionales en función de cómo se desarrolle el proceso de migración.