Ella ha afirmado que se trata de un "intercambio institucional con un país tan importante para España". Cosa nada extraña, porque la vicesecretaria general de los populares afirmó tajantemente hace poco, sin caérsele la peineta, que el PP es el "partido de los trabajadores". Bien pudiera constituir este viaje a China un cambiazo espectacular en las ideas y la forma de gobernar del PP. Porque, desde luego, el fracaso radical de sus políticas y su forma de gobernar son un hecho patente.
No sería de extrañar que pronto saltara a las librerías _El libro Rojo de Rajoy _y que la propia Conferencia Episcopal Española se convirtiera al comunismo-capitalismo de los chinos. Cosas más raras se han visto en la historia de la humanidad. La dama de Shangai tiene un gran futuro a la vuelta de la esquina.
A lo mejor, en su desesperación existencial, Rajoy está decidido a pasmar al mundo abandonando la Unión Europea y aliándose con China, Corea del Norte, Rusia e Irán. Y se acabó la crisis económica para transformarse en un conflicto internacional de armas tomar. Pero, en fin, todo se puede esperar de este gobierno, excepto que solucione nuestros problemas.
Algo tendrán que hacer, porque el propio de Guindos anuncia por enésima vez que el PIB caerá mucho más de lo previsto por el Gobierno. Habrá que mirar a China y al Imperio del Sol Naciente. Japón, con su nueva agresividad monetaria, está incrementando el optimismo de los inversores. La esperanza viene de Oriente, como los Reyes Magos (aunque Benedicto XVI haya pontificado que no llegaron de tan lejos sino de Andalucía).
En todo caso, dentro de la UE se empiezan a tener serias dudas sobre los efectos de sus políticas de austeridad y recortes. El propio Martin Schulz, Presidente del Parlamento Europeo, lo tiene claro: "El proyecto europeo está amenazado", dice en El País. Al mismo tiempo advierte de que no conviene convertir a Ángela Merkel y a los alemanes en chivo expiatorio de los males de Europa: "Es el Gobierno alemán (donde Merkel no tiene mayoría por sí sola) quien impone la política de austeridad a ultranza con la que no estoy de acuerdo. Los recortes por sí solos no generan ni crecimiento ni confianza... Además, esa política de cortar, cortar y cortar no es cosa solo de Merkel. El Consejo Europeo, unánimemente, está de acuerdo con la canciller. Hay 27 primeros ministros que aprueban esa receta. Sin fisuras. Ese es el drama".
Por lo demás, cada día se descubren nuevos casos de corrupción en nuestro país. En esta ocasión no se refieren al saqueo de arcas públicas. Se trata de José Luís Gamarra, presidente de la ONG Anesvad de 1996 a 2007; se apropió de 7,5 millones de euros de esa organización dedicada a gestionar proyectos de asistencia sanitaria y desarrollo social; coordina proyectos en 19 países de África, Asia y América Latina. Para mayor cinismo, Anesvad son la siglas que, aunque parezca mentira, significan: "A Nuestros Enfermos Servimos Viendo a Dios". No es broma.