"Si no hacemos nada, en pocos años podría ser de 40.000 ó 50.000 millones, y entonces tendríamos un problema financiero", advirtió.
El retraso en la aprobación de esta reforma se debe a su "complejidad", señaló, antes de indicar que "irá al Consejo de Ministros cuando haya consenso en el seno del Gobierno" acerca de su contenido. "Dada su casuística, probablemente sea la de mayor complejidad técnica", reconoció Soria, quien ha dedicado a este asunto "una gran parte" de los meses que lleva en el cargo.
La reforma, explicó, "contiene medidas para reducir gastos y aumentar ingresos", y dentro de este segundo aspecto "se ha planteado" la aplicación de "una tasa o canon para la producción de residuos nucleares y su almacenamiento", así como "un canon por la utilización de los cauces de los ríos donde existen centrales hidroeléctricas", dado que son "recursos públicos".
Dentro del capítulo de ingresos del sistema eléctrico, Soria también consideró "obvio que se planteen tributaciones a la generación de todo tipo de energía" sin que "se discrimine entre unas y otras". Para ello, Industria ha propuesto un "impuesto" sobre la facturación, entendida como "el precio al que se vende cada megavatio multiplicado por el número de megavatios producidos".
De esta forma, se dispondría de un "tipo impositivo progresivo y creciente" que grave la generación eléctrica, indicó, antes de recordar que, si bien el precio medio en España es de 50 euros por megavatio hora (MWh), "no todos los productores obtienen lo mismo por su venta", ya que hay tecnologías que reciben los 50 euros por MWh y otras que llegan a 400 euros.
El ministro no aludió de forma concreta a ninguna tecnología, pero advirtió del alto nivel de primas a las renovables que soporta la tarifa eléctrica y recordó que fue esta circunstancia la que motivó la moratoria a estas tecnologías. "Si se ejecutasen todos los proyectos con derechos a esas primas, entre 2012 y 2020 comportarían una suma de 70.000 millones, y el sistema no lo puede soportar", afirmó.
TARIFAS Y CO2.
Soria reconoció que, para elevar los ingresos del sistema eléctrico, "una parte tiene que ir con cargo a las tarifas del consumidor", si bien este aspecto depende "del mercado y de las subastas de electricidad que se hacen cada tres meses".
El Gobierno también analiza otro tipo de medidas que eleven los ingresos de la tarifa eléctrica, entre ellas dedicar al sistema eléctrico "una parte" de lo obtenido en las subastas de CO2 cuando empiecen a funcionar en 2013 o aplicar un 'céntimo verde' a otros productos energéticos, indicó.
CÉNTIMO VERDE.
Durante la entrevista, el ministro consideró "lógica" la aplicación de "un céntimo verde sobre determinados tipos de energía más contaminante", y adelantó que lo que se recaude por esta vía irá destinado a la tarifa eléctrica y no a los Presupuestos Generales del Estado (OGE), "sin perjuicio de que haya otras medidas en los presupuestos para paliar el problema global del déficit público".
Según fuentes del sector, el 'céntimo verde' previsto como parte de la reforma energética se aplicará exclusivamente al gas y no afectará a los combustibles de automoción.
BAJAR UMBRAL DE LA TUR.
El Gobierno también plantea "disminuir el límite de la Tarifa de Último Recurso (TUR) que pagan los consumidores domésticos", afirmó Soria, lo que sacaría a un mayor número de usuarios de la tarifa regulada y les obligaría a contratar el suministro en el mercado libre. En todo caso, el ministro dijo que "se garantizará una tarifa" para los consumidores vulnerables.
En cuanto al malestar expresado por algunas empresas energéticas que han amenazado con desviar sus inversiones fuera de España, Soria calificó de "legítimas" sus reivindicaciones, si bien señaló que "el Gobierno no puede tomar decisiones en base a advertencias ni en base a intereses particulares", sino que "debe defender el interés general", que pasa por "terminar con uno de los grandes desequilibrios", el de la tarifa eléctrica, que "no se percibe muy bien, pero que tiene un impacto tremendo en el día a día de todos los españoles".