El re­corte apli­cado a las ayudas a las re­no­va­bles puede sa­cri­ficar un sector in­dus­trial y tec­no­ló­gico

Las posiciones cortas controlan hasta el 20% de Gamesa en pleno acoso de los especuladores

El valor ha caído en Bolsa casi el 70% en un año y re­gistra la ca­pi­ta­li­za­ción más baja del Ibex

Gamesa
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Gamesa sufre un ver­da­dero acoso bur­sá­til. En medio del des­plome ge­neral del mer­cado su co­ti­za­ción se ha visto es­pe­cial­mente cas­ti­gada y ha al­can­zado mí­nimos his­tó­ricos al perder en el úl­timo año casi el 70% de su va­lor. Su ca­pi­ta­li­za­ción se sitúa en estos mo­mentos en apenas 525 mi­llones de eu­ros, la más baja de entre todas las em­presas del Ibex 35. La tem­pestad de­riva del ele­vado nivel de po­si­ciones cortas en el va­lor, que rondan en las úl­timas se­manas un nivel medio de entre 15% y el 20% del ca­pi­tal. Es de­cir, son las ac­ciones en manos de in­ver­sores que apuestan a que la ac­ción ba­jará más de pre­cio.

Desde un enfoque estratégico, Gamesa considera también que la sangría bursátil de la compañía obedece a que los inversores, en términos generales, han dejado de dar valor a las empresas industriales cotizadas. Si se analiza la evolución del selectivo bursátil se constata que los valores con más componente industrial, y no son muchos, acumulan un severo correctivo en los mercados.

A este factor habría que añadir la incertidumbre regulatoria que pesa sobre las energías renovables en España. El presidente del grupo Jorge Calvet, alertaba recientemente del peligro que a su juicio supone que la agenda del Gobierno a corto plazo piense solo en ahorrar hoy e hipoteque el futuro de una industria como a eólica.

Para Calvet, el recorte aplicado a las renovables, podría "sacrificar todo un sector industrial y tecnológico español", que, según defendió, "tiene oportunidades de largo alcance". Gamesa está convencida que la eólica puede tener un mayor peso en el mix energético español, que situó entre el 15% y el 20% a medio plazo.

Duplicar la capacidad

De hecho, según los cálculos del grupo industrial, los 21.600 megavatios de energía eólica instalados actualmente en España podrían llegar a 40.000 en 2020 a los que podrían sumarse otros 10.000 de energía eólica marina gracias a nuevas tecnologías que permitan superar las dificultades orográficas que presenta el fondo marino en el litoral español a la hora de explotar esta fuente energética.

1Todo ello arrojaría una potencia instalada global de 50.000 megavatios en ese horizonte temporal. Conseguirlo, matiza Gamesa, depende de que haya una regulación adecuada. "Si de verdad queremos cambiar el modelo productivo, el apoyo industrial eólico no es una opción, es una necesidad imperante", sostiene Calvet.

Pese a este panorama convulso, Gamesa considera sólido su plan de negocio a medio plazo y aboga por mantener la calma hasta que lleguen tiempos de estabilidad.

El grupo sigue trabajando en tecnologías más eficientes. El desarrollo más relevante para esta empresa y el sector en su conjunto es la posibilidad de almacenar la energía que genera una fuente limpia pero irregular e impredecible. La empresa participada por Iberdrola espera que en un plazo de cinco años se alcancen soluciones eficientes en esta materia.

Mientras llega ese momento, los fabricantes de aerogeneradores desarrollan turbinas más potentes y eficientes con el objetivo de igualar el coste de generación de otras fuentes convencionales.

En concreto, en los últimos tres años Gamesa ha conseguido mejorar de forma significativa su competitividad, al haber reducido el coste de un aerogenerador tipo un 42% y los costes de mantenimiento y operación un 45%.

El resultado de este esfuerzo y el de otros fabricantes es que en algunos campos de Brasil, Estados Unidos, México y Chile ya se genera puntualmente energía a precios inferiores a los del gas.

Asimismo, algunos campos de generación eólica en España ya pueden situar sus costes en competencia con los de las energías convencionales, según explicaba recientemente la presidenta en España de la multinacional alemana Siemens, Rosa García.

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