La disposición sobre la moratoria no afecta a las instalaciones en marcha, a las primas autorizadas, a las plantas ya inscritas en los registros de preasignación. Sí supone la suspensión temporal e indefinida de los procedimientos de preasignación de retribución renovable y la supresión de los incentivos económicos para nuevas instalaciones.
El Gobierno justificó la decisión por la compleja situación económica y financiera que vive el sector y la economía española y no compromete el cumplimiento de los objetivos de las renovables fijados para 2020 ni los compromisos europeos. Según manifestó el ministro de Industria en su reciente comparecencia ante la Comisión del Congreso de los Diputados, sólo un país va por delante de España en los cumplimientos de los objetivos y todos ellos superan con mucho las previsiones fijadas para el año en curso.
La reforma en profundidad del sistema eléctrico se hace necesaria, en un clima de recesión económica en la que la demanda energética ha caído alos niveles del año 2007, pot las acumulación deun déficit tarifario (diferencia entre ingresos y costes rconocidos) de 24.000 millones. Este año, dicho déficit podría aumentar otros 5.000 millones, según estimaciones remitidas al Gobierno por las empresas, unos 3.500 millones más de lo previsto por ley.
La moratoria se adopta mientras se pone en funcionamiento la reforma integral del sistema eléctrico español, como explicó José Manuel Soria en el Congreso. Ahora el objetivo más inmediato es superar los tests de las centrales nucleares, para lo que preparan con cuidado la visita de los expertos de la Unión Europea prevista para las próximas semanas.
Revisión de las pruebas de resistencia de las nucleares
Van a revisar las pruebas de resistencia a las centrales nucleares como confirmó el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) al término de la presentación de sus informes en Luxemburgo.
El CSN presentó en las dos últimas semanas de febrero sus informes sobre la seguridad de las centrales españolas tratando a la vez de responder a las múltiples cuestiones que plantearon los expertos comunitarios.
En el proceso participan todos los países de la Unión Europea. La Comisión Europea decidió llevar a cabo estas pruebas de resistencia tras la catástrofe sufrida en la central japonesa de Fukushima en marzo de 2011. Su objetivo es analizar los más de 140 reactores atómicos que hay en activo en la UE, ocho de ellos en España. El sector, los partidos verdes y las más diversas organizaciones ecologistas esperan el informe con mucho interés, en especial tras la decisión de Alemania de cerrar 8 centrales nucleares tras el grave accidente en Japón.
Tras la comparecencia de los expertos españoles corresponde ahora que otro grupo de expertos europeos viaje a los países que participan en las pruebas de resistencia de las centrales nucleares para verificar sobre el terreno la información presentada por los Gobiernos respectivos en Luxemburgo.
Una vez finalizadas las visitas, los expertos europeos tienen que elaborar los informes respectivos sobre la situación en cada uno de los países.
El documento final, incluyendo los análisis de todas las centrales europeas, será remitido al Grupo Europeo de Reguladores de Seguridad Nuclear (ENSREG) para su aprobación. De pasar este trámite, lo enviarán a su vez a la Comisión Europea en torno al mes de mayo, con el objetivo de que prepare su informe definitivo para la cumbre de líderes europeos habitual del mes de junio.
El Foro Nuclear descarta tener que cubrir el déficit de tarifa
La presidenta del Foro Nuclear, María Teresa Domínguez, coincidiendo con la presencia de los expertos españoles en Luxemburgo, realizó unas declaraciones tratando de puntualizar aspectos concretos de la realidad del sector, advirtiendo de que la energía nuclear no puede soportar más tasas porque ya está en el límite y se podría poner en riesgo la viabilidad económica de unas plantas que no están aún amortizadas.
Se añaden estas advertencias a las realizadas por los presidentes de las compañías eléctricas y de su patronal, UNESA, que se han mostrado abiertamente en contra de ninguna quita.
Domínguez rechaza que el ajuste necesario para atajar el problema del déficit tarifario se tenga que cargar a la energía nuclear. La solución para ella es clara, tiene que solucionarse vía el recibo de la luz que ahora resulta insuficiente para cubrir los costes.
Pese a otras opiniones al respecto, según Domínguez, las nucleares no tienen rentabilidades excesivas, lo que se verá cuando se analice la realidad del coste de la energía nuclear.; además no se la puede tocar porque no tienen beneficios extraordinarios. Su conclusión es que estas instalaciones no están en situación de soportar más impuestos.
Pese al mutismo hasta ahora del Ejecutivo al respecto y pese a las conversaciones que viene manteniendo con representantes de todos los sectores afectados, en medios parlamentarios populares se da por hecho que las nucleares tendrán que asumir su parte correspondiente de la quita que inicialmente ha previsto el ejecutivo para aliviar el montante del déficit de tarifa.
La presidenta del Foro Nuclear se anticipaba en su día a quienes piensan que entre las soluciones para acabar con el déficit de tarifa, que ya supera los 24.000 millones, estaría la revisión de los apoyos que reciben instalaciones como las nucleares por su producción.
Frente a las ventajas en la rentabilidad económica que se atribuyen a estas centrales, la presidenta del Foro Nuclear considera que una central nuclear nunca está amortizada por lo que si se les ponen más cargas puede llegar un momento en que no sean viables económicamente.
El cierre de nucleares provoca costes adicionales en Alemania
Una situación muy distinta se está viviendo en Francia donde las elecciones presidenciales han vuelto a abrir el debate nuclear. Aunque en los últimos meses han sacado ventaja de la decisión adoptada en su país vecino consecuencia de la catástrofe de Japón.
La paralización de ocho reactores alemanes adoptada por el Gobierno de Angela Merkel tras la catástrofe de Fukushima, y la presión de los verdes, le ha supuesto unos costes de unos 360 millones de euros en nueve meses. Las beneficiadas han sido las centrales nucleares francesas por la exportación de su electricidad más allá de sus fronteras.
Francia habría pasado de una situación de importadora neta, según el informe elaborado por los expertos de SIA Conseil, publicado el pasado 28 de febrero en Francia, a exportar a Alemania. Aunque los germanos matizan que en algunos momentos de frío más intenso del invierno ha posido exportar gracias a sus instalaciones de energías renovables. Con todo el saldo es claramente favorable para los franceses.
Este cambio se debe, además de a la disponibilidad de los reactores franceses a incrementar su producción, al débil consumo interno derivado de la atonía económica asociado con un clima mucho más benévolo de lo que corresponde a la estación invernal.
La situación parece sólo temporal. El anuncio del candidato socialista a la presidencia francesa, François Hollande, de poner fecha de caducidad a las centrales nucleares deja abierto un debate que no ha hecho nada más que empezar. Aunque el primer capítulo lo cerrarán la próxima semana los expertos nucleares que llegan a España para analizar la situación del sector.