EMPRESAS

Elena Salgado ficha por Endesa solo tres meses después de dejar el Gobierno

Será con­se­jera de la fi­lial chi­lena Chilectra

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No han pa­sado ni tres meses desde que aban­do­nara el Palacio de la Moncloa donde ejercía en el Gobierno como vi­ce­pre­si­denta de Economía. Pese a las in­com­pa­ti­bi­li­dades que se ha­bían im­puesto los pro­pios po­lí­ticos y a que no se le co­noce ex­pe­riencia es­pe­cial en la ma­te­ria, Elena Salgado ya cuenta con un nuevo em­pleo. Sirve lo mismo para la mú­sica, como para la ges­tión pú­blica, donde nos ha de­jado un im­por­tante agu­jero, como para la ener­gía. Cuando uno vale, vale. Pero se de­be­rían guardar las formas y los tiem­pos. Con todos los re­cortes apli­cados a los tra­ba­ja­dores in­tro­du­cidos en los úl­timos me­ses, in­cluido el pe­riodo so­cia­lista en los que ella era la má­xima res­pon­sable en la ma­te­ria, qué menos se le puede pedir a un po­lí­tico que guarde las for­mas.

Durante dos años tiene derecho a recibir al menos el 80% de sus ingresos como vicepresidente. Pero Elena Salgado no ha querido perder el tiempo. Ya ha encontrado empleo y, de momento, no ha renunciado a su pensión como exministra.

Según se ha conocido este lunes, Enersis, el holding mediante el que Endesa controla sus participaciones en Latinoamérica, propondrá a Salgado como consejera de Chilectra. Precisamente el actual ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, fue consejero de Endesa hasta tomar el relevo de Salgado. De Guindos cobró en 2011 368.000 euros como consejero, un 65% más que en 2010.

Bien es cierto que la exvicepresidenta ha consultado previamente a la Oficina de Conflictos de Intereses, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, que no ha puesto objeción alguna al nuevo trabajo de Salgado. Los técnicos entienden que no ha tenido relación directa con la empresa durante el ejercicio de su cargo público, dado que el tema energético era responsabilidad del Ministerio de Industria.

La Ley de Incompatibilidades establece un periodo de dos años durante los cuales los exministros perciben una pensión y tienen prohibido trabajar para compañías sobre las que hayan tenido poder de decisión. El organismo consultado entiende que en el caso de la exvicepresidenta esa circunstancia no se ha producido.

Pero habiendo sido ministra económica del Ejecutivo de Zapatero durante el tiempo que se han tomado decisiones tan importantes sobre el sector energético en España parece lógico que como mínimo se haya convertido en una cuestión de debate. En las redes sociales se ha convertido en trending topic con partidarios a favor y en contra y algunas de las principales emisoras de radio o televisión lo han llevado a tema de enfrentamiento entre sus expertos y contertulios.

Resulta comprensible que UPyD haya planteado que Salgado renuncie a su pensión de ex miembro del Gobierno e IU haya remitido al Congreso una batería de preguntas sobre este fichaje.

No es ni será el primer ex alto cargo que ficha para este u otros grupos energéticos o económicos. El año pasado, el predecesor de Salgado en el Gobierno de Zapatero, Pedro Solbes, se convirtió en consejero de la italiana Enel, la propietaria de Endesa. Pero había dejado pasar más de dos años desde que abandonó el Gobierno.

El expresidente del Gobierno José María Aznar es, por su parte, consultor externo de Endesa para Latinoamérica. En el 2010, el expresidente Felipe González se incorporó como consejero de la catalana Gas Natural, también en el sector energético.

Pero todos han dejado pasar un tiempo prudencial. Mientras tanto parecen no saber cómo dificultar la percepción de las ayudas sociales de muchos a los que sus decisiones les han llevado al paro.

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