Huertas matizó que no es el caso del operador de bancaseguros, del mediador, ya que considera que hay dos figuras distintas, una el seguro, la aseguradora, y otra la mediación, el operador de bancaseguros vinculado, que es la figura que instrumenta el banco para poder vender los seguros de una compañía de seguros. O a varias aseguradoras, que es como está ahora, aunque de momento esta situación solo se puede mantener por dos años, "porque así lo dice la ley, pero podía haber dicho que fuera por diez años y no hubiera pasado nada", añade Huertas.
Con ello considera que no se vulnerarían los actuales acuerdos "si las instituciones financieras y los bancos negocian los impactos económicos que, a valor de mercado, tiene esos intercambios de negocio".
Y es que el seguro se ha visto, sin comerlo ni beberlo, envuelto en un problema provocado por la reordenación financiera, ya que son "sujetos pasivos" de dicha reordenación, en la que ni han participado ni van a participar. Por eso están esperando que se clarifique y simplifique el mapa de financiero y cuando eso ocurra también se simplificará el nivel de los acuerdos de las compañías de seguros con estas entidades.
Huertas insiste en que las aseguradoras son en este caso "sujetos pasivos" y que los problemas en sí los tienen los bancos y las cajas que fueron los que firmaron unos acuerdos de distribución en exclusiva por largo tiempo y que ahora van a tener dificultades para cumplirlos en su totalidad. Por tanto, considera que las aseguradoras solo pueden ayudar a solucionar el problema.
El presidente electo de Mapfre está convencido de que "en la red bancaria debe haber una exclusividad de mediación", el operador de bancaseguros debe ser uno, pero no ve imposible la convivencia de varias aseguradoras dentro de una misma red bancaria. Considera que de hecho están así y que van a seguir funcionando de esta forma por lo menos dos años más. Nada impediría que un banco o una caja de ahorros pueda tener más de una aseguradora trabajando para un solo mediador. Otra cosa muy distinta es que sea la ley la que obligue a que haya una sola aseguradora por red bancaria, entonces las compañías de seguros lo tendrían que aceptar y buscar vías adicionales para resolverlo.
Si la ley impone que no se puedan asignar ni por territorios ni por productos unas redes bancarias determinadas para poder convivir dos o más aseguradoras, la otra vía que queda para Antonio Huertas es la "negociación económica" y ahí es donde bancos y cajas tendrán que sentarse con las aseguradoras con las que firmaron acuerdos para tratar de interpretar "a la luz de la situación actual" las cláusulas que se firmaron hace años. Esas cláusulas recogían en algunos casos compensaciones o penalizaciones económicas muy significativas, porque las aseguradoras entendieron en ese momento que se hacían pagos adelantados por el valor de ese negocio y esa era la manera que tenían de comprometer al banco a cumplir el contrato.
Huertas reconoció que "esas cláusulas están ahí y lo primero que hay que hacer en un país serio es cumplir los pactos". También considera que todo contrato en caso de crisis tiene vías de negociación y, si por supuesto, la administración ayuda para que estas negociaciones puedan ser más viables, "seguro que entre todos encontraremos una solución". Y quiso dejar las cosas claras: "el mensaje por parte de Mapfre, y creo que en general por parte del sector asegurador, es que las compañías de seguros debemos ser parte de la solución, debemos ayudar a que en este país, en el que tenemos un problema grave de estabilidad financieras, los bancos pueda tener finalmente una estructura sólida y clara" y consideró que el seguro es un problema menor, que tiene que ayudar, una vez que conozca cual es el mapa financiero, a que estos posibles cumplimientos o incumplimientos contractuales que existen por esos acuerdo firmados hace años puedan irse interpretando. Y terminó señalando que "algunos de mis colegas no estarán de acuerdo y pedirá y exigirá que los compromisos se cumplan en su totalidad y por eso hay algún tema en arbitraje, que exige que se cumpla en su máxima extensión lo que establecen los contratos. Nosotros no creemos que esa sea la vía de solucionar un tema tan importante como este".
A este respecto, la directora general de Seguros, Flavia Rodríguez-Ponga, afirmó en el mismo acto que considera que estos temas corresponden al ámbito privado y estima que la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) no tiene competencias para establecer si una o dos aseguradoras, esa es una cuestión que les corresponde decidir a ellas. Lo que dice la ley es que tiene que haber un operador de bancaseguros y para resolver el otro problema hay todavía dos años por delante y se mostró convencida de que las entidades aseguradoras y las entidades bancarias seguramente encontrarán la mejor solución.
Rodríguez-Ponga señaló que si algo puede ser ahora mismo, también podrá ser luego, pero lo que hay que hacer es esperar a que el mercado se ordene, y eso, ordenar el mercado, no es la labor de la DGSFP, "se tienen que ordenar ellos mismo", porque se trata de contratos de derecho privado, de ámbito privado.
Precisamente ayer se conoció el nombramiento de Pablo Muelas como nuevo subdirector general de Seguros y Política Legislativa, que sustituye a Ruth Duque que hasta ahora venía desempeñando ese cargo. Rodríguez Ponga señaló que Muelas tiene una gran experiencia en el ámbito internacional y que el supervisor de seguros tiene que tener una referencia europea, por lo que le considera como la persona idónea para ocupar ese puesto.
En la misma reunión, la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos afirmó que quería felicitar a los aseguradores que han demostrado que son "los mejores empresarios de España", porque gestionan más ahorro que antes de la crisis; porque han dado servicio todos estos años; no han retrasado los pagos y eso que se produce un siniestro en nuestro país cada 24 décimas de segundo. Y, además, han creado empleo, concretamente 2.000 puestos de trabajo en un sector de 50.000 empleados.
Y para demostrar la eficacia del seguro, la presidenta de Unespa presentó un informe sobre el seguro de hogar, según el cual, en España se produce una gotera, que es el siniestro más frecuente, cada diez segundos y medio, son, por tanto, tres millones de goteras las que se producen cada año y de las que el seguro cubre (repara o indemniza) las dos terceras partes, esto es, dos millones.
El coste de reparar esas goteras supone 900 millones anuales, un 0,08% del PIB, de los que el seguro abona unos 606 millones. Con esa cifra el sector induce un total de 27.000 empleos.