El ajuste es más impactante si se mide en términos del PIB. La inversión prevista para 2012 se situará en el entorno del 0,9% de la riqueza nacional, una cifra que no se recordaba desde 1997, tras el ajuste que aplicó el primer gobierno de Aznar.
Para calibrar la magnitud y la celeridad del recorte basta fijarse en las cifras del presupuesto de 2010 cuando la inversión realizada por los dos ministerios fue de 23.000 millones de euros, según un informe realizado por la patronal de las grandes constructoras Seopan.
Caída acelerada en dos años
Esa cifra equivalió al 2% del PIB, el doble de la que se prevé ahora tras el duro plan de austeridad previsto por el Gobierno. A su vez, la disponibilidad inversora de las Comunidades Autónomas es incluso menor que la del Estado, por lo que no podrán compensar esta austeridad extrema del Gobierno central. Para agravar más la situación, la inversión privada en formación bruta de capital fijo sigue bajo mínimos y no se prevé que mejore en los próximos trimestres.
En su anuncio de ajuste, el Gobierno no ha especificado en qué departamentos, partidas y proyectos acometerá los recortes, pero el grueso de la inversión se realiza en Fomento y Medio Ambiente. Defensa e Industria disponen de partidas inversoras, pero de menor cuantía y con poco impacto en la actividad constructora.
Alternativas
La patronal de la construcción ha declinado comentar el efecto de estas medidas del ejecutivo, a la espera de que precise más cómo va a ser el ajuste. Mientras tanto, la CEOE se ha apresurado a hacer pública una propuesta para que el Gobierno ponga en marcha un plan de inversión público-privado en infraestructuras que tendría un presupuesto de unos 80.000 millones en cinco años.
Para ir preparando el terreno y dado el decalaje entre la firma del contrato y los pagos en este tipo de inversiones, el Ministerio de Fomento cerró el ejercicio 2011 con un mínimo histórico en contratación de obra pública. Adjudicó proyectos por 2.636 millones de euros, la mitad (un 53% menos) que en 2010.
Esta cifra representa a su vez una cuarta parte del máximo histórico de 10.625 millones de euros que este Ministerio contrató en 2008, en pleno 'boom' del sector, y supone encadenar tres años de descensos consecutivos.
Durante el pasado ejercicio, Fomento cerró adjudicaciones por un monto medio mensual de 220 millones de euros, frente al ratio de 885 millones mensuales que se registró en 2008.