Telefónica pide al Gobierno que se ponga las pilas para estimular las nuevas tecnologías

Linares con­si­dera ob­so­leto sub­ven­cionar ter­mi­nales porque la pe­ne­tra­ción del móvil al­canza ya el 100%

julio_linares
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Los em­pre­sa­rios tienen cada vez menos pelos en la len­gua. Y lo de­mues­tran a la hora de de­nun­ciar la cas­cada de in­se­gu­ri­dades ju­rí­dicas en la que se ven in­mersos con el en­tra­mado legal a veces con­tra­dic­torio según la Comunidad Autónoma en la que ac­túen. La de­nuncia ahora es para que el Gobierno de un paso más y pro­mueva una re­gu­la­ción que es­ti­mule las in­ver­siones en nuevas tec­no­lo­gías con el fin de am­pliar la oferta de ser­vi­cios y la ca­lidad de cara a los usua­rios.

Así de claro ha sido el consejero delegado de Telefónica, Julio Linares en Barcelona con ocasión de la cuarta jornada de feria de los móviles. En el coloquio celebrado en el IESE de Barcelona, Linares ha  señalado que estos esfuerzos no se pueden hacer con cualquier regulación, sino con una que estimule la inversión. La crítica de Linares se centra en que hasta el momento la normativa vigente se ha orientado a repartir cuota de mercado y a beneficiar al consumidor.

Considera obsoleto el modelo de subvenciones de terminales por el que los  operadores de telefonía móvil los han regalado en la práctica. Su explicación es sencilla. En la medida en que en los países maduros no crecen y la penetración del móvil ha superado el  100%, subvencionar su compra ya no tiene la misma importancia. Por ello las compañías comienzan a alcanzar acuerdos con las entidades financieras para subvencionar los terminales con créditos a plazo.

Su alternativa es mejorar el servicio y satisfacer de forma más amplia a  los clientes existentes. En este sentido tiene un amplio camino por recorrer. Las experiencias recogidas en las organizaciones de consumidores ponen los pelos de punta.

Por el contrario, Vodafone en boca de su presidente, Francisco Román, ha afirmado que el fin de las subvenciones a los terminales no se va a producir de forma inmediata en su compañía sino que ya desde hace tiempo se están realizando acciones para reducir el impacto en sus cuentas de los móviles de alta gama. De hecho supone un 24 % sobre sus ingresos, mientras que en Europa es sólo del 17%, por lo que estudiarán la posibilidad de rebajar este impacto.

Linares va más allá y entiende que el futuro del sector está en las ofertas de móvil en función del lugar en el que el usuario se encuentre y del momento del  día. Ha puesto el ejemplo de cómo los restaurantes podrían utilizar el servicio enviando información para tratar de llenar sus  establecimientos en caso de escasa demanda. Las subvenciones de teléfonos de Telefónica suponen para la compañía un coste anual de 1.300 millones de euros.

También  ha abierto la puerta a que Telefónica pueda utilizar su factura mensual  para dar servicio a otras compañías de forma que puedan  facturar sus productos en ella, ya que una de las capacidades más demandadas por las compañías de Internet es precisamente la facturación.

Pero rechaza la idea de que Telefónica tenga la voluntad de convertirse en un banco, y ha matizado que los planteamientos que está haciendo son en cooperación con entidades  financieras que tienen la capacidad y la licencia necesaria para  prestar servicios financieros.

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