Y es que, en general, las previsiones de los negocios de Ferrovial para 2012 son optimistas, baste señalar que los resultados brutos de explotación de sus principales infraestructuras Heathrow y ETR-407, ambas consolidadas por puesta en equivalencia, han mostrado una gran fortaleza, con incrementos respectivos en el pasado año del 18,7% y del 10,6% en monedas locales, que se espera se superen en este ejercicio, gracias a incrementos de tarifas, la evolución del tráfico y el control de costes.
También ofrecen buenas previsiones la cartera internacional de construcciones, apoyada fundamentalmente en Budimex y Webber, así como también la división de servicios.
El beneficio neto de Ferrovial en 2011 ascendió a 1.269 millones, de los que 847 millones correspondieron a la venta del 5,88% de BAA en el pasado noviembre. Este beneficio fue inferior en un 41% al obtenido en 2010, año en el que el grupo se anotó unos beneficios extraordinarios superiores a 2.000 millones de euros por la venta del 10% de la concesionaria de la autopista canadiense de Toronto 407-ETR.
En cualquier caso, tras la desconsolidación ha mejorado sensiblemente los ratios del grupo, ya que por lo pronto la deuda neta que al término de 2010 era de 22.271 millones de euros ha quedado al cierre de 2011 en 5.171 millones, con un retroceso superior al 75%. Claro que al contabilizar la participación en BAA por puesta en equivalencia, también se vieron sensiblemente recortados los ingresos, que se cifraron en 7.445,8 millones, con un descenso interanual del 20,7%.
Asimismo, el Ebitda, que registró una contracción interanual del 34,3%, quedó en 818 millones. Y al cierre del ejercicio el grupo contaba con una posición de tesorería de 907 millones de euros, frente a 31 millones un año antes, lo que le permitirá realizar alguna compra, seguramente en un país emergente. Los expertos estiman su precio objetivo por encima de 12 euros.