Según el estudio de Ofcom, lo más importante para la mayoría de los consumidores es el precio de los servicios. Resulta muy difícil comparar a nivel global y de forma fehaciente las tarifas debido a su complejidad y a la gran diversidad de servicios que se ofrecen en los distintos paquetes de voz, móvil y televisión.
Pero el terreno donde el usuario seguro que se pierde es en la cantidad de tarifas sobre las que puede elegir. El Reino Unido tiene 176 combinaciones, en Alemania existen 176, en Estados Unidos 117, en España 106, en Italia 34 y en Francia 25.
La primera conclusión es que los precios en el Reino Unido para todo tipo de consumidores son los más baratos. Llega justo después de Francia y por delante de Italia. La diferencia de precios es particularmente marcada entre Francia y Alemania. Para un consumidor que hace llamadas por una duración de dos horas al mes, envío de SMS y 160 móviles con una gama media, la tasa diferencial se acerca al 40%.
**España, el más barato en hogares con necesidades básicas **
El estudio revela que España tiene las tarifas más baratas para los hogares con necesidades de conexión básicas, en las que sólo cuentan con teléfono fijo y otro móvil que utilizan solo para hablar, sin ningún otro tipo de servicio adicional.
En cambio en España se registran las tarifas más caras de entre los países europeos cuando los servicios van dirigidos a una pareja con elevadas necesidades de conexión a Internet móvil, tarifa plana de voz, ADSL de alta velocidad y televisión de pago en Alta Definición con todos los canales. Por ejemplo un británico pagaría por tener todos estos servicios 143 libras al mes, frente a un español que tendría que abonar 244. Eso sí un estadounidense llegaría a pagar incluso más 294 libras.
En el resto de casos, como familias que tienen múltiples necesidades o en hogares que sólo utilizan la conexión móvil para voz e Internet, España se sitúa en la media de entre los cinco países de la UE.
De los países estudiados el Reino Unido sale como el país con los precios más baratos en la mayoría de los casos. Por ejemplo, una línea de ADSL básica con una velocidad de subida de 20 Megas, con tarifa plana de voz y dos móviles con un bajo consumo cuesta una media de 42 libras frente a las 66 libras que costarían estos mismos servicios en España.
El estudio demuestra que en todos los países europeos, cuando los hogares tienen múltiples necesidades, siempre resulta más rentable para el consumidor hacerse con paquetes que incluyan todos los servicios que necesitan. Sólo en EEUU ocurre que en algunos casos es más barato contratar servicios de forma individual a distintos operadores.
Todo ello pese a que los autores del estudio concluyen que "en todos los países europeos, el precio pagado por los pequeños consumidores tienden a aumentar, mientras que los pagados por los grandes consumidores tiende a caer".