La eléc­trica es­pañola carga pú­bli­ca­mente contra la po­lí­tica ener­gé­tica del Gobierno luso

Endesa califica de 'fantochada' la liberalización del mercado energético portugués

Manifiesto po­lí­tico en favor de la energía nu­clear y contra los be­ne­fi­cios ta­ri­fa­rios de las re­no­va­bles

Endesa
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El pro­ceso de li­be­ra­li­za­ción del mer­cado eléc­trico y del gas na­tural en Portugal no con­vence para nada a las eléc­tricas es­paño­las, que no ven la ma­nera de ha­cerse con una parte del mer­cado do­mes­tico, donde las ri­vales lusas EdP (electricidad) y Galp (gas) viven de las rentas del mo­no­po­lio. La pri­mera en pasar a la ofen­siva ha sido Endesa con unas de­cla­ra­ciones muy duras en re­la­ción con la ta­rifa eléc­trica re­gla­men­tada, al de­nun­ciar que el in­cre­mento anual pre­visto (1,5%) no cu­brirá los costes ener­gé­ticos reales. "Fantochada" y "farsa mo­nu­men­tal", es como el pre­si­dente de Endesa Portugal, Nuno Ribeiro da Silva, ca­li­fica la po­lí­tica ener­gé­tica lusa de cara a la li­be­ra­li­za­ción pac­tada con la "troika" FMI/UE/BCE, en el ám­bito del plan de res­cate de 78.000 mi­llones de eu­ros. La energía nu­clear es otro tema po­lé­mico: hace unos días, se hizo pú­blico un "Manifiesto" fir­mado por per­so­na­li­dades po­lí­ticas de la nueva ma­yoría con­ser­va­dora y de la opo­si­ción en el que atacan los pri­vi­le­gios ta­ri­fa­rios de las ener­gías re­no­va­bles y pre­sionan al primer mi­nistro Passos Coelho para que ponga la energía nu­clear en el orden del día de su cri­ti­cada po­lí­tica ener­gé­tica.

La tesis de Nuno Ribeiro da Silva, que utilizó la agencia de noticias pública lusa para pasar su "mensaje", es que el nuevo gobierno de centro derecha (PSD/CDS) dirigido por Passos Coelho no está empeñado en asumir los compromisos que firmó con la "troika" y que lo único que busca, con las nuevas medidas anunciadas de cara a la liberalización completa del mercado eléctrico (también para los consumidores domésticos) prevista para enero 2013, es "engañar a los agentes económicos". En concreto, el presidente de Endesa Portugal critica las "declaraciones enigmáticas" del ministerio de Economía, que fijó un límite del 1,5% para el "incremento anual transitorio" de la tarifa reglamentada, que además de no cubrir los costes reales del aprovisionamiento energético, "desincentivará el pasaje al mercado liberalizado".

El monopolio impide entrar a las eléctricas españolas

Lo cierto es que las eléctricas españolas no están en condiciones de hacerse con una parte importante de la clientela domestica portuguesa, donde EdP mantiene prácticamente una posición de "monopolio". Tanto es así que de los 6 millones de consumidores domésticos,  solo unos 330.000 han optado por el mercado liberalizado, frente a los 5,7 millones de tarifa reglamentada, todos ellos clientes de EdP y que representan, por lo tanto, más del 93% del total. "Frente a la tarifa reglamentada, ninguna comercializadora está en situación de avanzar con ofertas competitivas y que sean rentables", denuncia Nuno Ribeiro da Silva. Sin embargo, Endesa Portugal, que opera con un "call center" y una red de oficinas, empieza a hacer daño a la rival lusa: es la única que le hace competencia en el segmento doméstico liberalizado, donde su cuota pasó el último año del 6,7% al 15,7%, mientras que le negocio de EdP bajó del 92% al 83,5%.

Además de frenar el desarrollo del mercado liberalizado, la política energética del gobierno de Pasos Coelho tendrá también repercusiones negativas para las finanzas nacionales: el déficit tarifario eléctrico, que según lo pactado con la "troika" no tendría que representar más de 1.700 millones de euros y deberá desaparecer progresivamente hasta el 2020, podrá superar a finales de año los 3.000 millones de euros. O sea, según el presidente de Endesa Portugal, lo único que persiguen las autoridades lusas, es "criar el espejismo de un mercado liberalizado", manteniendo un "estatus quo camuflado" que solo favorece a EdP. Y lo mismo pasaría en el sector del gas natural, "donde no se dan aun las condiciones necesarias para la creación de un mercado liberalizado". Endesa Portugal denuncia la existencia de "obstáculos físicos y reglamentarios", como la "doble tarificación del gas en el tráfico internacional" y las dificultades de acceso a la terminal de gas de Sines, y que "garantizan mayores ingresos" para Galp y para EdP.

Sin embargo, quitando el segmento doméstico, el mercado portugués liberalizado presenta buenas oportunidades de negocio para las operadoras españolas, que según los últimos datos oficiales controlan más de la mitad del segmento clave de los grandes consumidores: Iberdrola ocupa la primera posición en la clientela industrial, con una parte del 35%, y aunque EdP lidere todavía los restantes segmentos liberalizados, "solo" tiene ya el 46,7% de los pequeños negocios y el 49,4% de los grandes consumidores. De facto, en el conjunto del mercado liberalizado, cuyo consumo registró el último año un incremento del 24% y que ya representa prácticamente la mitad del consumo eléctrico nacional, la mayor parte del negocio está en manos españolas: Endesa se hizo con el 25,9% del mercado, Iberdrola con el 24,2% y Gas Natural Unión Fenosa con el 2,2%, lo que representa una participación española del 52%, frente al 41% de EdP.

Alarmante consumo del exterior

Otro dato a tener en cuenta, es que en función del clima,  Portugal tiene que importar grandes volúmenes de electricidad española para satisfacer el consumo nacional. Aunque los últimos datos solo reflejen la actividad de las dos primeras semanas de 2012, la ausencia de lluvia y la consecuente reducción drástica de la producción hidroeléctrica, hizo que durante ese periodo Portugal no tuvo más remedio que importar de España la cuarta parte del consumo eléctrico nacional, con lo que la parte de la electricidad española se puso casi al nivel de la producción termoeléctrica (22%) y superó la producción de las centrales combinadas a gas (17,6%).  Por lo tanto, teniendo en cuenta que 40% de la producción eléctrica lusa provino del carbón, del gas y del petróleo, la tasa global de dependencia externa en términos de consumo eléctrico nacional, alcanza un nivel record del 60% y que los expertos consideran "alarmante".

De ahí, el gran impacto que tuvo la publicación de un nuevo ‘Manifestó' en favor de la energía nuclear, firmado por influyentes personalidades políticas, de la mayoría y de la oposición, que  presionan al Primer Ministro, Passos Coelho, para que reconsidere la estrategia desarrollada los últimos años, sobre todo por el gobierno socialista de José Sócrates, a favor de las energías renovables. Así, aunque el problema de la energía nuclear no figure en el programa del Partido Social Demócrata (PSD), que ganó las últimas elecciones y gobierna el país también con el apoyo del Centro Democrático Social (CDS), la idea general es que Passos Coelho estaría abierto a estudiar la cuestión. Los autores del documento, entre los cuales figuran antiguos ministros de la Economía y de la Industria, como Joao Salgueiro, Miguel Beleza y Mira Amaral,  insisten en que "sin energía competitiva Portugal no podrá ser nunca un país competitivo".

El ‘Manifiesto' denuncia principalmente la alta prioridad que se le da a las energías renovables, que además de ser "intermitentes" (eólica, solar...) salen muy caras al Estado y a los consumidores. El coste de la energía nuclear se situaría, según los expertos, entre 40 y 50 euros el MW, o será menos del doble o del triplo que el precio de las renovables. La situación más llamativa, es la de las papeleras, que con sus sistemas de cogeneración ponen electricidad en la red a un precio garantizado de 105 a 120 euros por MGW/hora, lo que representa solo la mitad o la tercera parte del precio que pagan por la electricidad que compran a EdP y a las eléctricas españolas. Los autores del ‘Manifiesto' hablan de "rentas legales pero inmorales" y subrayan, además, que las renovables representan más del 20% del déficit tarifario. Y recuerdan a Passos Coelho y a la opinión pública, que con el modelo actual favorable a las renovables, el precio de la electricidad en Portugal se situa en la media de la UE, mientras la renta nacional "per cápita" solo representa la tercera parte de la media europea.

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