La idea corre el riesgo de volver a plantear una polémica incluso superior a la que generó la sugerencia alemana de someter al país heleno a un comisario europeo. Este debería haber supervisado la aplicación de las medidas económicas a las que se comprometiera en las negociaciones internacionales.
En esta ocasión el primero en plantear la sugerencia ha sido el presidente francés, Nicolás Sarkozy que ha planteado que el dinero destinado para pagar el servicio de la deuda griega debería depositarse en una cuenta bloqueada. Esto garantizaría que "las deudas de nuestros amigos griegos serían pagadas".
Sarkozy se expresaba así en la rueda de prensa que ha mantenido junto a la canciller alemana, Angela Merkel, quien por supuesto, ha apoyado la idea. Es más, además de mostrarse favorable a la misma, ha añadido que esto garantizaría que el dinero que se les entregue esté disponible para devolver lo que deben.
Pese a que ha sido solo la exposición de una idea de la que se desconocen las cuestiones técnicas, lo que sí han expresado fuentes alemanas y francesas es que Grecia tiene que incorporar a sus leyes un artículo en el que den prioridad al pago de los intereses de los préstamos recibidos.
Exigen que el Gobierno y el Parlamento Griego renuncien a contar con derecho alguno sobre el dinero que reciban para devolver los préstamos recibidos con el fin de devolver sus deudas.
La propuesta anunciada por Sarkozy, pero cuyo origen está en un documento elaborado por el ministerio de Finanzas alemán, trata de que Grecia no pueda volver a plantear a sus acreedores la amenaza de que no va a pagar y se centre en el recorte de gastos y de empleos públicos. Objetivo para el que el Gobierno no ha conseguido todavía el apoyo de los partidos de la coalición.