El ministro de Economía, Luis de Guindos, ya ha impuesto plazos y condiciones al sector financiero para que en menos de un año, a lo sumo dos ejercicios si alguna entidad entra en el buscado proceso de fusiones, logren sanear los activos inmobiliarios que tienen en sus balances. La tarea se presume compleja para todos, aunque en menor medida para las entidades con más músculo o tamaño, pero a la hora de la verdad la mayoría de los banqueros han optado por esperar a la letra pequeña de la reforma y no anticipar en exceso provisiones con cargo a los resultados del ejercicio de 2011.
De los resultados conocidos de la banca española hasta la fecha, se extrae la cifra de 3.979 millones de euros que se han dotado de manera extraordinaria por parte de la mayoría de las entidades financieras con cargo a los resultados del pasado ejercicio. Se trata en la mayoría de los casos de los grandes grupos financieros del país, pero el anticipo de las provisiones apenas llega al 8% de los 50.000 millones de euros calculados, y anunciados desde hace semanas, por el ministro Luis de Guindos.
Compromiso de cumplimiento
Los principales banqueros del país se han mostrado confiados en poder realizar todas las provisiones necesarias a lo largo del actual ejercicio y sin ningún tipo de problemas. Desde luego, la mayor complejidad radica en algunas entidades sobrecargadas de activos inmobiliarios y en pleno proceso de integración de fusiones acometidas en los últimos dos años. No se trata tan sólo de entidades de pequeño tamaño, sino que hay algunas casi de carácter sistémico como Bankia, sobre la que recae desde hace días las mayores dudas sobre su capacidad para asumir el coste de las nuevas exigencias.
Sin embargo, desde el grupo que preside Rodrigo Rato ya se ha indicado que cumplirá con los nuevos requisitos en materia de provisiones dentro de "los plazos y condiciones establecidas" por el Gobierno.
Bankia contaría para ello con deuda subordinada y participaciones preferentes; provisiones genéricas por 1.100 millones de euros; la venta de activos no estratégicos y la generación de resultados.
El Ministerio de Economía, por su parte, ha calculado para el conjunto de la banca una provisión específica, con una dotación extraordinaria con cargo a resultados, por unos 25.000 millones de euros. Mientras tanto, el colchón de capital del 20% sobre suelo y del 15% para promociones en curso se podrán cargar contra beneficios no distribuidos, ampliaciones de capital o conversión de híbridos, como preferentes o bonos convertibles. El importe estaría en los 15.000 millones de euros.
El Santander ha sido el banco que más aplicado se ha mostrado ante la nueva reforma financiera, ya que ha cargado contra sus resultados de 2011 un total de 1.812 millones de euros íntegros para el saneamiento de sus activos inmobiliarios. Banesto, que forma parte del grupo, ya había iniciado la ronda de presentaciones de los resultados anuales con unas provisiones extraordinarias de 400 millones de euros.
Sin embargo, el ejemplo del principal banco del país no ha marcado la senda para el resto de las entidades financieras, que han destinado diversos importes con esa finalidad. Tan sólo Caixabank, como más de 700 millones de euros en dotaciones extraordinarias y con una cobertura del suelo del 62%, se ha mantenido un poco en la línea marcada por el grupo de Emilio Botín.
La letra pequeña
Banco Sabadell también se ha mostrado en cierto grado aplicado al haber destinado 536 millones de euros de sus resultados durante el ejercicio pasado a provisiones para los activos inmobiliarios. Sin embargo, el grupo que preside José Oliu aún tendrá que realizar un considerable esfuerzo en saneamientos, sobre todo en cuanto asuma las riendas de Banco CAM.
Bankinter, una de las entidades con menor exposición al sector inmobiliario y promotor, ya dedicó 59 millones de euros de sus resultados de 2011 a sanear los activos problemáticos. Incluso, el banco presidido por Pedro Guerrero llegó a elevar sus coberturas de suelo hasta el 74,6%. La exigencia del Gobierno es que se alcance el 80%, con independencia de la naturaleza de los solares.
Banco Popular es uno de los que ha preferido esperar a la letra pequeña del Real Decreto y tan sólo ha llevado como dotación extraordinaria a sus cuentas del pasado ejercicio los 466 millones de euros obtenidos como plusvalía por la operación con su socio en seguros Allianz.
Mientras tanto, el BBVA ha optado por no hacer ningún saneamiento extraordinario contra sus cuentas de 2011, en las que ya ha pesado el ajuste por más de 1.000 millones de euros del fondo de comercio en Estados Unidos. Su presidente, Francisco González, ya ha indicado que "queremos hacer una provisión definitiva y lo haremos este año".