La falta de crédito supone la máxima preocupación de las empresas familiares

Desde el Gobierno tratan de forzar su con­ce­sión, pero los ex­pertos au­guran más caídas en 2012

Créditos muy caros.
creditos

Los ti­tu­lares de em­presas fa­mi­liares es­pañolas cuya cifra de ne­gocio su­pera los 250 MM de € con­si­deran que la di­fi­cultad para ac­ceder al cré­dito y la falta de re­gu­la­ción la­boral son los as­pectos que más les preo­cupa, según un es­tudio rea­li­zado por el Instituto de Empresa y Signium. Todo ello pese a que una am­plia ma­yoría de los en­tre­vis­tados re­co­noce que su ne­gocio había cre­cido en ventas entre oc­tubre de 2010 y 2011 (63%), e in­cluso en be­ne­fi­cios (47%). Quizás esa es la razón por la que un 78% piensa que el en­torno para sus ne­go­cios era cla­ra­mente peor en 2011 que en el año pre­ce­dente. No obs­tante el 94% cree que sus ventas serán iguales o me­jores en 2012 y el 83% piensa que sus be­ne­fi­cios no cae­rán.

Desde el Gobierno tratan a marchas forzadas de obligar a los bancos a facilitar el crédito y de regular las relaciones laborares en España. De momento, el plan financiero de De Guindos no ha logrado su objetivo de hacer fluir el crédito, antes al contrario, el consenso de analistas es que las nuevas exigencias de provisiones retraerá la concesión de préstamos.

Algunos pequeños empresarios de sectores tan diversos como el agroalimentario, cooperativas de crédito, y madera consultados por CapitalMadrid.com lamentan que con las fusiones entre entidades financieras sus posibilidades de conseguir financiación son aun más escasas. Los bancos, según estas mismas fuentes, tardan tanto en aprobar una operación que los empresarios corren incluso el riesgo de perder la venta en más de una ocasión.

Este es uno de los aspectos que más pueden frenar la internacionalización de las pymes españolas. De hecho, según el estudio realizado a finales del 2011, el 69% de las empresas consultadas generan más del 25% de sus ventas por su actividad internacional.

Respecto a la reforma laboral, sobre la que gobierno y la patronal insisten en decir que tendrá sus efectos en dos o tres meses, los pequeños empresarios consultados consideran que les facilitará el despido en el caso de que tuvieran problemas pero creen que sus plantillas están suficientemente asentadas, por lo que las posibilidades de nuevas contrataciones por su parte son realmente muy escasas.

En cuanto a los detalles de la encuesta IE/Signium, los empresarios preguntados por las razones por las que retienen a sus colaboradores, la primera son las posibilidades que ofrecen para el desarrollo profesional de sus empleados; la segunda su reputación corporativa y la tercera el buen ambiente de trabajo. Curiosamente sólo un 11% consideró el salario como factor determinante y no vieron relevante el equilibrio entre vida privada y profesional.

Las empresas familiares demuestran tener una gran autoconfianza en su gestión y se muestran optimistas de cara al futuro. Un 83% considera que las perspectivas para el negocio serán mejores o iguales que a las del pasado año.

Llama la atención que al 100% de los encuestados no les preocupa el entorno político económico nacional para el futuro de sus negocios y sin embargo el entorno internacional es su tercera mayor preocupación.

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