UN BANCO EN EL RETIRO

Jornada conmemorativa en honor de Ángel Rojo

Economistas en la Pasarela Cibeles

Ángel Rojo, homenaje
Ángel Rojo, homenaje

El pro­fesor Rojo bien vale unas cuantas con­me­mo­ra­cio­nes. Su casa, el Banco de España, se la ha ofre­cido con gran es­plen­dor. El ex mi­nistro Solchaga glo­saba como su amigo y maestro cons­truyó con muy pocos mim­bres una po­lí­tica mo­ne­taria que re­sul­taría clave para la re­no­va­ción y mo­der­ni­za­ción del sis­tema fi­nan­ciero es­pañol. La puesta a punto fue dura, exigió mu­chos co­no­ci­mien­tos, pero tam­bién ha­bi­lidad y de­ter­mi­na­ción. Cuando es­tuvo a punto, re­cordó Solchaga, hubo que ceder el timón de mando al BCE El Gobernador Rojo, además de pro­fe­sor, gozó siempre de un agudo ins­tinto po­lí­tico. El ex mi­nistro Rato, re­cordó la lla­mada que le hizo Rojo antes de las elec­ciones del 96: "En tu con­di­ción de re­pre­sen­tante eco­nó­mico de la opo­si­ción sería muy con­ve­niente que te co­no­ciesen en Europa". Y así ocu­rrió.

Una larga jornada de mañana y tarde dedicada, por un lado a las conexiones entre política monetaria y fiscal así como a su importancia en el proceso de integración europea. Por otro atención minuciosa a la economía española. Rojo siempre compaginó lo saberes de la ciencia económica con su aplicación a la realidad. Los Informes del Banco de España analizaron la evolución de la economía española año tras año. Rojo fue el promotor de aquellos informes como director del Servicio de Estudios y después como presentador en su condición de Gobernador.

Sesiones de tarde dedicadas a la economía española. Julio Segura hizo un examen concienzudo del mercado laboral y para frustración de los asistentes se detuvo en el umbral de la reforma recién estrenada. José Luís Feito y Jordi Galli sí franquearon el umbral de Febrero de 2012. La economía española, coincidieron los dos, adolece de un mal endémico: su falta de competitividad. El mercado laboral está en el origen de esa debilidad que impide competir en los mercados exteriores y en el interior. Para ambos el crecimiento de los costes laborales unitarios en España desequilibra la competitividad exterior y, además, al influir al alza sobre los precios nos impide competir en el mercado nacional. No ganamos fuera y perdemos dentro.

Debate. Objeciones por parte del auditorio sobre esa desgracia competitiva señalada por los conferenciantes. ¿Cómo es posible que con las manos atadas a la espalda por la escasa competitividad, las exportaciones españolas, incluso en los años del fuerte crecimiento del PIB y de la demanda interna hayan mantenido su cuota de mercado en los ámbitos europeos y mundiales?. ¿Cómo explicar que las empresas españolas aumenten sus ventas al exterior de modo continuado en los últimos diez trimestres?. ¿La existencia de un superávit comercial en 2011 con la UE es una prueba de ineptitud competitiva?.

Las mediciones de competitividad las realizan los expertos comparando la evolución relativa de los costes laborales unitarios. Si los costes españoles crecen más que los alemanes, italianos o franceses, la conclusión académica es que las empresas pierden competitividad. Paul Krugman ha afirmado e insistido  muy recientemente que medir la productividad con la varita mágica de la competitividad es una prueba de inconsistencia analítica; un eufemismo académico para no meterse en los pantanos de la productividad, donde hay muchas más cosas que costes unitarios relativos e índices de precios.

**Respuesta de los conferenciantes **

En el caso español, el incremento de las exportaciones, a diferencia por ejemplo de Italia, carece de significación, en la medida en que sólo representan el 15% del PIB. No estaba prevista la contrarréplica. Las cifras de Eurostat sí responden. Efectivamente las exportaciones españolas representaron el 15% del PIB en el año 2009.  Inferiores en 2,5 puntos a las del 2008. Estaba por medio el efecto Lehman Brothers y la caída espectacular de los intercambios internacionales. Ahora bien sumando a las mercancías los servicios, la cuota del sector exterior representaba el 23,4% del PIB, frente al 23,8% de Italia y el 23,3% de Francia.

Desde el 2010 las diferencias se invierten  y en 2011 se separan a favor de España. Las ventas de mercancías crecieron un 15,4% - las de Francia lo hicieron en un 7,5%, Italia y Alemania en 11,4% y 10,9% fue la media de la eurozona. El valor de las mercancías españolas vendidas en 2011 alcanzó  la cifra de 214,5 mil millones de euros, más del 20% del PIB en el año. Si a las mercancías se le acumulan los servicios, la cuota del sector exterior está en el entorno del 30% de todos los bienes y servicios producidos por la economía española. Un ex ministro comentaba en un corrillo: cómo es posible que estos pontífices de la economía no se sepan las cifras.

Dudo que el profesor Rojo, que siempre fue exigentísimo con las estadísticas,  se hubiese identificado la presentación de la economía española a cargo de los exhibidores de la Pasarela Cibeles.

Banco de El Retiro. Me he resistido a sacar estos cotilleos a la luz hasta que alguien me comentó, precisamente ayer, las dificultades que una de nuestras empresas más punteras y sofisticadas, Indra concretamente. El escollo principal en su expansión exterior es la  financiación, incluso con la cobertura de CESCE. ¿Recogerán los servicios del Banco de España el testigo de esa carencia de financiación para el sector más dinámico de nuestra economía?

Artículos relacionados