Aunque no son muchos los que confían en que la liquidez introducida al sistema por el BCE llegue finalmente a familias y empresas. Las nuevas exigencias de Economía por los activos problemáticos, la mora en cifras históricas desde hace 14 años y la necesidad de nuevos saneamientos de los viejos préstamos, implican importantes pérdidas futuras. Como han comentado la mayoría de los presidentes de las grandes entidades financieras, con ocasión de la presentación de resultados del 2011, el temor es que este año vuelva a caer el crédito. Sólo el Popular lo ha aumentado en España y es el único que no descarta volver a cifras positivas, por modestas que estas sean.
Bien es cierto que la decisión que adopte el Banco Central Europeo tendrá que estar muy medida. Los bancos necesitan liquidez, pero en el sector se advierte de que una cifra superior a los 500.000 millones podría generar la sensación de que el sector está más necesitado de lo que han confesado.
Al borde del riesgo crediticio
Expertos españoles del mercado secundario recuerdan que a principios de diciembre la economía europea estuvo muy cerca del colapso crediticio con un riesgo muy fuerte de contracción generalizada en Europa del crédito. La apelación al BCE ha tenido efectos beneficiosos para los bancos, para no paralizar el crédito y para reducir la tensión en la deuda soberana. Incluso ha evitado más quiebras de entidades financieras.
En las principales economías europeas ha influido incluso en la recuperación de los mercados, algo que no se ha trasladado todavía a España. Hasta los fondos de inversión norteamericanos, a los que De Guindos ha estado explicando las reformas financieras, han comenzado a volver a los mercados europeos. Incluso justifican la mejora del sentimiento de confianza experimentado en Europa a las operaciones del BCE.
Los especialistas de los primeros bancos europeos difieren sobre cuál será la cifra total de préstamos concedidos por el BCE. ING estima que oscilará entre 500.000 y 600.000 millones, mientras en el Citi han realizado un cálculo más conservador que iría de 400.000 al medio billón de euros. Otros creen que la concesión será mayor y lo justifican porque el Banco Central Europeo, como ha hecho en Madrid el Banco de España, ha ampliado la lista de activos que los bancos pueden aportar como garantía para acudir a retirar sus préstamos.
España, Italia y Francia los que más pedirán
Los tres países más afectados por esta relajación son justamente España, Italia y Francia. El Gobernador del Banco de Francia ha pedido un esfuerzo a sus bancos para que no ralenticen la concesión de créditos y, a cambio, ha ampliado las garantías.
Precisamente estos tres países son los que más dinero habían pedido al BCE en la primera subasta de créditos a tres años al 1%. Y según los expertos de la Banca BNP Paribas mencionados por las agencias internacionales, volverán a ser los bancos de estos tres países los que más acudan este miércoles a la ventanilla del BCE. Resuelve parte de sus problemas de liquidez, de la tensión de la deuda soberana de sus países y de las necesidades de crédito de empresas y familias.
El BBVA pidió 11.000 millones en la subasta que se celebró en diciembre, el Sabadell 4.000 y el resto de las entidades no especificaron la cifra que alcanzó los 80.000 millones de euros en su conjunto, el 16% por total que pidieron 523 bancos de la eurozona. La mayoría de los bancos españoles han lanzado emisiones a tipos en torno al 4%.
Ahora solo falta que tras los beneficios empiecen a dar créditos sin exigir tantas garantías personales como han venido haciendo en los últimos 24 meses y que, como les ha ocurrido a ellos con la relajación decidida por el BCE y el BdE, relajen las difíciles condiciones impuestas en la actualidad.