Otros expertos se atreven a afirmar que el crudo seguirá aumentando los precios de forma sostenida en las próximas semanas lo que incrementará los precios de los carburantes y dificultará la recuperación española. En cambio, quienes sí están saliendo beneficiadas por toda esta gama de tensiones son los valores de los energéticos europeos. En lo que va de año su índice sectorial en el Eurostoxx 600, oil&gas, registra subidas del 6,43%.
Sin embargo, los mercados consideran que el hecho de que las reservas de petróleo en el mundo estén en mínimos y que la demanda de crudo siga alta, con la actividad de los países emergentes al alza, va a llevar los precios del oro negro por las nubes. Las consecuencias para la economía española son la ralentización económica y el paro, los dos principales enemigos de las cuentas de resultados de bancos y cajas. Los beneficios de las petroleras no compensan el descalabro generalizado del resto de sectores económicos.
También contribuye negativamente la rebaja de la producción de Irán y que no la va a poder suplir Arabia Saudí, que podría estar en máximos de producción. Ni Libia, que aun no está preparada tras la revolución en el país para producir la demanda adicional de crudo de Europa. El país no ha podido superar las dos terceras partes de la producción media de la época de Gadafi. Pese a las promesas de las autoridades, los expertos no están seguros de que lo puedan hacer hasta dentro de unos meses, ni tampoco han dado una fecha concreta en la que esté previsto que recupere sus exportaciones.
Iraq busca alternativas al Estrecho de Ormuz
Se suma a todo ello la preocupación por la producción en Iraq. En una entrevista de Reuters a Ali al Shukri, ministro de planificación, el iraquí mostró su preocupación por la posibilidad de perder la mitad de su capacidad de exportación si, tal como ha amenazado con hacer su vecino Irán, cortara las líneas marítimas cruciales del Estrecho de Ormuz.
De los 2.160 millones de barriles que Iraq exporta cada día 1.700 millones pasan a través del Golfo vía Ormuz. Desde el gobierno iraquí se están buscando vías alternativas, pero ninguna podría realizarse a corto plazo. Entre ellas barajan aumentar la capacidad de sus exportaciones a través del gasoducto del norte del país que transporta el crudo a Turquía desde los 400.000 barriles diarios a un millón, así como aumentar el trasporte por tierra con camiones cisterna.
El gaseoducto está muy tocado tras la guerra de Iraq y existen varias zonas entre Iraq y Siria que al estar muy dañadas no pueden llegar a transportar mayores cantidades de crudo.
Desde la Comisión Europea se ha intentado tranquilizar a los mercados asegurando que la UE tiene suficientes reservas para afrontar una posible interrupción del suministro de Irán en respuesta a las sanciones europeas por el programa nuclear.
La UE cuenta con unas reservas de 136 millones de toneladas de crudo y derivados, lo que cubriría las importaciones de Irán a la zona durante cuatro años y medio y equivaldría además a 120 días de consumo. De momento ningún país ha hecho uso ni ha solicitado tirar de estas reservas, ni se han tenido que enfrentar a algún problema de suministro puntual.
Irán exporta en la actualidad 2,15 millones de barriles diarios y la mayoría los reciben Japón, China e India, mientras la UE le compra solamente 792.000 barriles diarios, según datos de la AIE.
Bien es verdad que las importaciones chinas han recuperado sus máximos en enero después de haber fijado máximos en noviembre. China sigue trabajando por estimular el crecimiento económico con cifras próximas a los dos dígitos. Prueba de ello es que ha rebajado las reservas obligatorias que se exigía tener a los bancos, por lo que con más dinero circulando se supone que generará un relanzamiento de la economía. Habrá más consumo y en consecuencia habrá más demanda de crudo y más tensión en el mercado del petróleo.
Lo dicho. Que resulta dificil encontrar una noticia que no encarezca el precio del petróleo y de la vida.