Banca Cívica asegura a través de un comunicado que ha planteado un programa de suspensiones temporales de contratos, con mecanismos rotatorios, de un porcentaje de la plantilla. También va a proponer una reducción generalizada de salarios y la suspensión de aportaciones a los planes de pensiones para tratar de evitar el despido de una parte del personal.
La entidad ha presentado las propuestas a la denominada mesa laboral, en el cuarto encuentro que han mantenido representantes de los órganos gestores de Banca Cívica y de los representantes de los sindicatos desde que se abrió el proceso negociador.
Esta propuesta forma parte de las medidas concretas para cumplir con el objetivo de reducir los gastos de personal necesarios para lograr el ratio de eficiencia del 50 % y así conseguir acercarse a la media de la productividad del mercado.
Suspensiones de contratos de forma rotatoria
Las suspensiones temporales de los contratos se harían de forma rotatoria de un porcentaje de la plantilla todavía por determinar. Esta medida tendría que verse acompañada con otras medidas adicionales como el recorte generalizado del salario y la suspensión de las aportaciones que realiza la entidad a los planes de pensiones de sus empleados.
Según habían explicado los representantes de los gestores de la entidad, las necesidades de reducción de costes suponen 150 millones de euros en gastos de personal a final de 2013. Los gastos generales se verán recortados adicionalmente en otros 70 millones adicionales durante este año.
Banca Cívica, grupo resultante de la fusión entre Caja Burgos, Caja Navarra, Caja Canarias y Caja Sol, presentó a la CNMV sus últimos resultados en noviembre según los cuales aumentó el beneficio neto un 8,4% en los nueve primeros meses del 2011, hasta los 150 millones de euros. Además aseguraba que cumplía con las exigencias de capital de Basilea III al lograr un ‘core capital' de 9,53%.
El comunicado precisaba que, de no haber tenido que hacer frente a los costes de la integración y del FROB, el resultado antes de impuestos de la entidad hubiera alcanzado los 318 millones, frente a los 165 millones obtenidos.
De momento se desconocen los datos globales correspondientes a todo el año, pero si se sabe que Banca Cívica ha admitido que debe hacer frente a 1.055 millones de euros en saneamiento de su riesgo inmobiliario para cumplir con las nuevas exigencias del Gobierno, casi el doble de lo que se había calculado inicialmente.
Los trabajadores han rechazado el programa que ha presentado la entidad para evitar despidos forzosos debido fundamentalmente a su obligatoriedad por lo que podrían producirse nuevas movilizaciones. Quizás tendrá que negociar el futuro de la plantilla un eventual futuro comprador.