Además, como esta veda de cortos se abre precisamente coincidiendo con un deterioro de la situación en la eurozona, ante las crecientes posibilidades de que Grecia entre en default, la actividad en el sector bancario se estima que crecerá con fuerza, lo que permitirá que las cifras contratadas en la segunda parte de febrero palien en parte la languidez manifestada en las últimas sesiones.
Claro que los administradores de carteras creen que en cualquier momento los responsables de BME podrían anunciar el reparto de un dividendo extraordinario similar al del ejercicio anterior, con lo que mantendrían la rentabilidad por dividendo en los primeros puestos del ranking español, duplicando con holgura los ‘yield' de Deutsche Böerse, NYSE-Euronext y London Stock Exchange.
Y, tras bloquear las autoridades de competencia europea el proyecto de fusión entre NYSE-Euronext y Deutsche Böerse, son crecientes las hipótesis de los expertos del sector de que cualquiera de ambos grupos proyectará un acercamiento con BME, que podría desencadenar ofertas competitivas.
En cualquier caso, pese a la contracción advertida en los volúmenes contratados últimamente, los expertos manifestaban que el grupo que preside Antonio Zoido mantiene unos fundamentales atractivos, con una posición de liquidez en caja del orden de los 350 millones de euros y una elevada generación de cash flow y una interesante retribución al accionista. Algunos expertos estiman que en la situación actual BME es un valor defensivo y, con criterios conservadores, estiman que su precio objetivo debería estar en el entorno de los 25 euros.