También desde el exterior reconocen que uno de los riesgos mayores que pesan todavía sobre la economía de la zona euro es el de la insuficiencia del crédito bancario. La economista jefe de Goldman Sachs, Natacha Valla, asegura que el riesgo sistémico vinculado al mercado interbancario ha retrocedido pero las señales vinculadas a la concesión de créditos para las empresas y familias no son buenas. Por tanto se mantiene una seria inquietud ante la imposibilidad de que la economía pueda financiarse.
Queda claro que la crisis favorece este tipo de servicios porque generan confianza. El 'factoring' suele ser utilizado por las Pymes para satisfacer sus necesidades de capital circulante, especialmente cuando no existe acceso a préstamos bancarios o está muy limitado. Según los datos de la Asociación Española de Factoring (AEF) esta actividad ha supuesto el 59% de la financiación comercial en 2011 y se espera que llegue al 60% a finales de este año.
Por sectores donde más creció la actividad el pasado año fue en comercio y reparaciones con un 33,38%, seguido de transporte, almacenamiento y comunicaciones donde aumentó casi el 27%. En cambio, en las industrias extractivas cayó la actividad un 32,5%, en la Producción y Distribución de Energía, Electricidad, Gas y Agua un 11% y en la construcción un 9,7%.
Por comunidades autónomas, Madrid fue donde más concesiones de factoring se realizaron con el 41,5%, seguido de Cataluña con el 20,5% y Valencia y País Vasco con el 6,5% de la actividad respectivamente.
También el 'confirming', un invento español que comienza a ser exportado a otros países europeos, está evolucionando de forma positiva. Se trata de un servicio gratuito para las empresas que desean sustituir los sistemas tradicionales de pago (letra de cambio, recibo, transferencia, cheque, pagaré, etc), por un sistema que permite simplificar trámites administrativos y financieros.
Según este modelo el deudor traslada a sus proveedores la facilidad de cobrar anticipadamente sin riesgo bancario. La AEF gestionó un total de 110.728 millones en concepto de órdenes de pago gestionadas y los anticipos realizados por las entidades asociadas aumentaron un 8,29% durante el último año, hasta los 57.725 millones de euros.
El crecimiento de estas dos modalidades cada día más utilizadas no compensa de momento la continua caída de la financiación por parte de la gran y mediana banca española. Aunque los primeros atisbos de reapertura de los mercados y la política del BCE debería empezar a rebajar los niveles de exigencia a empresas y familias.