Desde hace más de 50 años los bancos españoles han apostado por Iberoamérica. En no pocas ocasiones les ha causado un importante coste a sus cuentas, pero hoy pueden decir que se han salvado gracias a su negocio en la región. Casualidad o no, el 51% del beneficio de los dos gigantes financieros, Santander y BBVA lo han conseguido allí. Pero es un mercado que está empezado a ser muy maduro. Ahora los expertos barajan los países del Este como nuevos nichos de mercado.
El BBVA entró en el año 2010 en Turquía a través del Garanti Bank al hacerse con su 25,01%. Tiene cinco años para consolidar su compra. Pero, además del mercado turco, la estrategia de la entidad pasaba por ir de su mano a la hora de crecer en el mercado del Este de Europa. También otras muchas entidades europeas entraron en Europa del Este durante el proceso de integración en la UE. La falta de conocimiento de estos mercados emergentes ha provocado no alcanzar el mejor rendimiento.
Otra entidad española que ha apostado por los países del Este es ‘la Caixa' quien mantiene un acuerdo con Erste Group Bank para dar servicio a empresas y clientes españoles que estén ubicados en esos países. Cuenta con un 10,1% del capital. La apuesta del Santander ha sido el mercado polaco.
El informe de los expertos de McKinsey analiza los pros y los contras de entrar en la zona, pero considera que los bancos de la región deben posicionarse en segmentos de clientes y productos concretos que puedan servir como motores de crecimiento para la próxima década. Es obvio que la crisis de deuda también ha afectado a estos países y que la mejoría de la zona euro está directamente ligada a la evolución económica de la zona, aunque según el estudio de la consultora sus fundamentales para mejorar su crecimiento están asentados.
Europa del Este, con sólo el 7% de la población total de los mercados emergentes, ya representa el 41% de todos los hogares de clase media en esos mercados alrededor del mundo.
Según el informe, la creciente concentración del consumo y bienestar en algunas ciudades y regiones concretas, la necesidad de mejorar en infraestructuras, el aumento del número de consumidores y otras tendencias relevantes crearán una corriente positiva en la que economía que serán el soporte fundamental del crecimiento de los resultados de la banca en la zona.
Los expertos sugieren que el segmento de los ricos es el que tiene más potencial ya que no se encuentran con un trato igual al que ofrecen al resto del mercado. Según el estudio de Mckinsey quieren una banca mucho más innovadora y tecnológica y menos presencial, al tiempo que quieren productos más adaptados a sus necesidades, algo que la banca española domina y especialmente en los países emergentes.
El principio establecido por JPMorgan era comprar en momentos de crisis. McKinsey señala donde están las oportunidades en el Este. Aunque con las nuevas exigencias de capital impuestas por Economía una de las soluciones sea al día de hoy, vender.