EL MONITOR

Construcción: en coma inducido

Las me­didas anun­ciadas por la mi­nistra Pastor, aunque po­si­ti­vas, no van a llegar a tiempo

ana_pastor
ana_pastor

¿Vamos a morir del éxito del con­trol del dé­fi­cit, como los grie­gos? ¿Nuestro ver­da­dero ob­je­tivo es ins­ta­larnos por los restos en el en­ce­fa­lo­grama plano? La falta de de me­didas de es­tí­mulo para el corto plazo está con­si­guiendo poner ner­viosos hasta a los más en­tre­ga­dos, porque las anun­ciadas el pa­sado jueves por la mi­nistra Pastor, siendo po­si­ti­vas, no van a llegar a tiempo. En la ac­ti­vidad de la cons­truc­ción la cosa no es que pinte mal, es que ni pinta. Muchas em­pre­sa­rios del sector pe­queños y me­dianos coin­ciden en que están como esas fa­mi­lias que te­nían un par de miem­bros tra­ba­jando y de pronto, se han visto sin tra­bajo todos los com­po­nentes de la unidad fa­mi­liar.

Es decir, con hipotecas colgando y deudas de tiempos mejores por pagar, ya sin posibilidades de acudir a los papás o a los abuelos porque estos también han llegado al límite de sus posibilidades, aterrados ante el alarmante descenso a toda máquina del pequeño colchón que representaban sus ahorros de toda la vida, muy mermados por los años de crisis, y teniendo a partir de ahora que pagar más, mucho más, por lo que queda de lo que habían ahorrado con tesón toda su vida de trabajo.

Y de encontrar trabajo -sea éste eventual, compartido, temporal, minijobs o incluso en el desierto del Sahara- nada de nada. La competencia para lo poco que sale es feroz, y comienzan a ser habituales, entre las pocas ofertas de trabajo que hay, el todo a cien. O sea, curro duro y una paga miserable. O sea, mal, muy mal y aumentando.

 Aún no se han cerrado los datos definitivos de lo que la actividad de la construcción ha perdido en 2011, pero los disponibles -unos a final de año, otros hasta el tercer trimestre-  son nefastos. Al final del tercer trimestre la Formación Bruta de Capital Fijo de la construcción había caído un -6,55% en términos interanuales, con un descenso del -39,4% sobre lo que esta magnitud alcanzó a finales de 2007. Y si dentro del conjunto la FBCF de la vivienda cayó en el año un -4,59%, la del resto de la actividad, fundamentalmente la obra civil, tuvo un descenso mucho más acusado alcanzando un -8,35% interanual. El porcentaje de representación de esta FBCF de la construcción sobre el PIB cayó hasta esa fecha un -8,74% interanual, empujada por ambos subsectores, pero también con mayor intensidad por la obra civil.

El cemento, por los suelos

Como no podría ser de otra manera vista la evolución de la producción, el consumo de cemento mostraba a finales del año una caída anual del -21,86%, que suma un año más la continuación de una evolución vertiginosamente negativa iniciada en 2008.

También con datos hasta el tercer trimestre de 2011, la estadística de viviendas construidas o contratadas muestra que continúa el despeñamiento de ese segmento de actividad sin visos de contención. Las viviendas iniciadas, excluyendo las de VPO, sumaron en el tercer trimestre de 2011 una caída interanual del -14,35%, llegándose a poco más de 42.000 unidades, cuando en 2007 se llegó casi a las 535.000 unidades. El dato de las viviendas terminadas es aún más demoledor.

En el mismo período descendieron un -47,4% situándose en poco menos de las 100.000 unidades cuando en 2007 se terminaron casi 600.000 unidades. Siendo durísima esta caída de actividad, su correlato en términos de pérdida de empleo lo es aún más, dado que cada millón de euros de producción en construcción genera -o pierde- en torno a los 18/20 empleos.

Los datos de las transacciones de compraventa de viviendas hasta la misma fecha también han evolucionado muy negativamente y reflejan no solo la dura coyuntura social y económica que atraviesan las familias y los jóvenes, sino que son efecto en gran medida de la práctica imposibilidad de obtener un crédito hipotecario. En total la compraventa de inmuebles se apuntó una caída del -29,4% (se contabilizaron 240.673 operaciones, cuando en 2007 se alcanzaron las 836.871).

El mayor descenso se observó en la compraventa de viviendas nuevas de acceso libre con un -47,2% (63.242 operaciones frente a las 364.500 de 2007), seguido por la compraventa de vivienda nueva de VPO que cayó un -22% (18.573 operaciones frente a las casi 48.000 contabilizadas en 2007). Por su parte la compraventa de viviendas de segunda mano cayó también un -19,5%, que si bien puede parecer una menor caída comparado con el resto de transacciones, se trata de una caída que se suma a la muy singular habida en estos últimos años, puesto que en 2011 hasta finales del tercer trimestre  se realizaron 158.858 operaciones cuando en 2007 alcanzaron las 424.432.

La licitación, por los suelos

La evolución de la licitación en 2011 es el exponente más significativo de la pérdida de actividad sufrida por el sector de construcción de obra pública. Su disminución fuertemente progresiva desde 2010 debido a las políticas de reducción del déficit -que han cargado a la inversión pública más del 20% del total de los recortes- ha sido la causa del desplome de la actividad, del cierre de multitud de empresas que se han sumado a las que, especializadas en edificación, ya se había perdido los años anteriores, y de una pérdida de empleo que, sumando todas las causas, ha llevado a que el sector, que daba empleo en 2006 a 2,6 millones de trabajadores, a finales de 2011 lo hiciera solo para un poco más de 1,1 millón de empleos y que la afiliación sectorial a la Seguridad Social haya perdido en ese período el 58%.

La licitación ha pasado de alcanzar los 40.400 millones en 2007 a 13.755 millones en 2011, habiendo disminuido en este último año un -47,5%. La que es responsabilidad de la administración central, aunque pasó de 16.300 millones en 2007 a 5.500 millones en 2010, pudo recuperar algo en 2011 (un 18,5% interanual) y se ha situado en 6.500 millones. Pero el descenso de la que es responsabilidad de las administraciones territoriales ha sido fulminante; las comunidades autónomas licitaron en 2011 un -61,4% y los ayuntamientos un -67,9%. En total, se han licitado 12.454 millones menos en un año.

Sin crédito para la demanda de vivienda y dado que gran parte de la licitación se traslada a la producción de obra civil el año siguiente, no es razonable suponer que en 2012 la construcción pueda tocar suelo, por muchas medidas de estímulo que se tomen para el medio plazo. A finales de 2012 volveremos, inevitablemente, a contar la crónica de un sector productivo en coma. O más en coma todavía, si ello es posible.

 

Artículos relacionados