LA SEMANA BURSÁTIL

Un alto en el camino

BCE
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La renta va­riable in­ter­na­cional con­so­lida ni­ve­les, tras un po­si­tivo inicio del ejer­ci­cio, para reanudar la subida, con mayor agi­li­dad, y vencer las zonas de re­sis­tencia que han fre­nado la mar­cha. El Ibex 35, tras apro­xi­marse a la cota de los 9.000 puntos se dio la vuelta, al co­menzar un pro­ceso de re­co­gida de be­ne­fi­cios. Unos ex­pertos achacan el inicio de las ventas a las dudas ge­ne­radas por Atenas, mien­tras otros las jus­ti­fi­caron desde el án­gulo con­trario y ex­pli­caron que la con­fir­ma­ción de que las fuerzas po­lí­ticas he­lenas ha­bían al­can­zado un acuerdo para rea­lizar los ajustes adi­cio­nales exi­gidos por la ‘troika' (UE, FMI y BCE) había sido el de­to­nante de las rea­li­za­ciones de be­ne­fi­cios.

En cualquier caso, la situación de liquidez es excelente y se espera que mejore todavía más tras la próxima subasta ilimitada a tres años, que tiene previsto celebrar el BCE el 29 de febrero. De esta manera, las expectativas de la renta variable han mejorado, aunque indudablemente si la situación evolucionase hacia el peor escenario posible y se produjese un ‘default' en Grecia y abandonara la eurozona, tendría un impacto negativo a corto plazo, pero nada más.

Esta posibilidad ha sido descontada en los últimos tiempos de forma reiterada y, una vez que los inversores hubieran considerado el nuevo escenario, se abriría un horizonte mejor para los restantes socios del euro, que generaría incluso una revalorización de la moneda única, una vez eliminado el principal foco de inestabilidad.

Lógicamente, en los primeros momentos, algunos sectores castigarían a las restantes deudas periféricas, pero seguramente los líderes europeos acelerarían las medidas relativas a una fiscalidad común, que permitiría emitir eurobonos, pues habrán aprendido la lección y conocerán la diferencia entre los países fiables y los demás, igual que habrán asimilado que las recomendaciones de las agencias de ‘rating' no tienen demasiado que ver con la realidad.

Hay casos sangrantes de máxima calificación como son, por ejemplo, los de Enron y Lehman Brothers, sin que se entienda cómo mantuvieron la triple A a la deuda de Grecia hasta el mismo inicio de la crisis de sus finanzas. Realmente, los inversores están hartos de la parsimonia con que se ha afrontado el problema griego. Opinan que todo tiene un límite y que si no quieren asumir las reglas comunes, lo mejor para todos, es que en lugar de constituir un problema para toda la eurozona lo sean exclusivamente para ellos.

En general, la recuperación experimentada en el mercado desde finales del pasado ejercicio ha sido propiciada por la desaparición de los temores a una recesión mundial, así como por la mejora de la liquidez, que ha propiciado una mayor demanda en las subastas de deuda pública, que han provocado una contención en las primas de riesgo periféricas. Unos factores que han contribuido a relanzar los niveles de la renta variable y que poco a poco ganan fiabilidad últimamente, apoyados en las mejoras de varios de los principales datos macroeconómicos estadounidenses.

Los inversores opinan que, si no surgen nuevos sobresaltos, los mercados cuentan con fuerza para vencer las primeras zonas de resistencia, que en el caso del Ibex supone la banda comprendida entre los 9.000 y los 9.350 puntos, si bien para ascender a cotas superiores creen que se precisan datos que anticipen síntomas de crecimiento económico, algo que en estos momentos parece difícil que se produzca, al menos en diversas áreas de la periferia europea.

Además, esta semana abundarán las referencias ‘macro' en EEUU, especialmente vinculadas con las evoluciones del consumo y de los sectores industrial e inmobiliario, mientras que en Europa se conocerán los datos definitivos del PIB del cuarto trimestre en los principales países de la eurozona.

El lunes, las únicas referencias se publicarán en Japón: el PIB del cuarto trimestre y, además, su banco central celebra su reunión de febrero.

El martes, en Japón, se dará a conocer la producción industrial de diciembre. En Europa, se publicará la producción industrial de la eurozona en diciembre, así como las encuesta ZEW de enero de la eurozona y de Alemania. Además, en Reino Unido se hará público el IPC de enero. Por su parte, en EEUU, se conocerán las ventas minoristas de enero.

El miércoles, en Europa, se publicarán los PIB del cuarto trimestre de la eurozona, Alemania, Francia e Italia, la balanza comercial de diciembre en la eurozona, el IPC armonizado de España en enero y la tasa de paro de Reino Unido en diciembre. En EEUU, el índice manufacturero de febrero de la Fed de Nueva York, la producción industrial y la utilización de la capacidad productiva en enero y el índice de confianza del sector constructor (NAHB) de febrero. Además, se darán a conocer las actas de la última reunión de la Fed.

El jueves, en Europa, se publicará el PIB del cuarto trimestre de España y los precios de producción de Francia en enero. En EEUU, se conocerá el paro semanal, la construcción de nuevas viviendas en enero, los precios a la producción de enero y la encuesta manufacturera de febrero de la Fed de Filadelfia.

Finalmente el viernes, en Europa, se dan a conocer los precios a la producción de Alemania en febrero y las ventas minoristas de Reino Unido. Y, en EEUU, la atención la acaparará el IPC de enero, aunque  también se publicará el índice de indicadores adelantados de enero.

En cuanto a resultados empresariales, en Europa, publican sus cuentas trimestrales: el lunes, L'Oreal; el martes, MAN, ThyssenKrupp; el miércoles, Danone, BNP-Paribas, Air France, Heineken y Eni; el jueves, Saint Gobain, AXA, EDF, Société Générale, Reanult, Pernod-Ricard, Swiss Re, Zurich y Nestlé; el viernes, Lafarge, Air Liquide y Aegon. En EEUU, los datos más relevantes, los de Heinz y  Campbell, se publicarán el viernes.

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