El ca­pital 'evaporado' en los mer­cados de todo el mundo marca un ré­cord al caer 6,3 bi­llones de dó­lares

Con los 62.000 millones de capitalización bursátil perdidos en 2011 se podrían crear 2,8 millones de empleos en España

A es­cala mun­dial se po­drían haber ge­ne­rado 300 mi­llones de em­pleos con la pér­dida bur­sátil global

Mercados a la fuga.
bolsa

Los cálculos ela­bo­rados por las agen­cias sobre las pér­didas re­gis­tradas en los mer­cados bur­sá­tiles du­rante el pa­sado ejer­cicio son es­ca­lo­frian­tes. Desde el inicio de la crisis ha mar­cado un nuevo re­cord en tér­minos ab­so­lu­tos. Los mer­cados han per­dido 6,3 bi­llones de dó­la­res, es de­cir, valen 6,3 bi­llones menos que a prin­ci­pios de 2011. Tras de­jarse un 12,5%, la ca­pi­ta­li­za­ción total de las bolsas que­daba re­du­cida a prin­ci­pios de este año en 45,7 bi­llones de dó­la­res. Quienes si­guen de­fen­diendo la ne­ce­sidad de man­tener abiertos los mer­cados bur­sá­tiles a toda la po­bla­ción y no cir­cuns­cri­birlos a grupos de ex­per­tos, señalan que de­trás de es­tas, apa­ren­te­mente frías ci­fras, apa­recen otras es­ti­ma­ciones es­ca­lo­frian­tes. El valor de lo per­dido es el equi­va­lente a 277 mi­llones de em­pleos, si el coste de los mismos fueran los 22.000 euros del im­porte del sa­lario medio es­pañol. Se po­drian haber ge­ne­rado 2,8 mi­llones de em­pleos en España.

Otro punto de referencia para destacar la importancia de la cifra de pérdidas de los mercados mundiales es compararlo con el total de la deuda española, tanto pública como privada, que alcanza los 4,2 billones de euros. Si se hubiera destinado estos recursos a cubrir esta deuda, todavía hubiera sobrado un 14% adicional para otros menesteres. No ha sido así. Encontrar financiación para los 330.000 millones de euros de principal e intereses que vencen en este ejercicio, seguirán provocando uno de los principales dolores de cabeza del Ministro de Economía, Luis de Guindos.   

Evidentemente, si recogiéramos los salarios medios de los países en vías de desarrollo o el de los países más pobres del mundo, los empleos serían infinitamente más. Sin duda superarían los mil millones. No son utopías y demuestra que con recursos existe la posibilidad de generar empleo. Iberoamérica y las consecuencias que han tenido las políticas de inclusión social aplicadas por los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Nicaragua, Paraguay, Venezuela y Uruguay, son el ejemplo de cómo lograr que cerca de 80 millones de personas hayan salido de la pobreza.

Tras los considerados como desproporcionados salarios de los ejecutivos de las grandes empresas y entidades financieras en el mundo se ha producido un movimiento de protesta global. Esta misma semana en Canadá, su Centro de Alternativas Políticas, (CAP) denunciaba que en los tres primeros días del año los ejecutivos de las 100 principales empresas habían ganado tanto dinero como el que ganarán en todo el año la mayoría de los canadienses.  

Estos 100 ejecutivos se habían embolsado una media de 44.366 dólares, que es la media de lo que ganan en un año los trabajadores canadienses. El CAP también destacaba que a finales de 2010, la media de beneficios de los ejecutivos de las 100 primeras empresas del fue de 8,38 millones de dólares, un 27% más que el año anterior, pese a la crisis y la recesión.

En la práctica tan habitual de Estados Unidos de comparar cuantas veces ganan más los que más ganan respecto de la media del país, esta cifra se eleva a 189 veces. En 1998 la diferencia era solo de 105 veces. Muy lejos del ideal fijado por uno de los símbolos emblemáticos del capitalismo americano, Henry Ford. El presidente fundador de la compañía ‘Ford Motor Company' y padre de las cadenas de montaje modernas utilizadas para la producción en masa, estableció que el presidente de sus empresas podía ganar un máximo de 15 veces más que el empleado peor pagado.

John Pierpont Morgan, el impulsor del primer banco del mundo, JPMorgan, amplió el margen hasta 30 veces. Nada que ver con la situación actual.

España podría haber creado 2,8 millones de empleos

Si volvemos al mercado español y nos limitamos a lo que se ha perdido en España, donde la capitalización bursátil se ha dejado 62.000 millones de euros, los empleos que se podrían haber creado serían nada menos que 2.818.180 empleos. Ni Luis de Guindos ni Cristobal Montoro tendrían ahora ningún problema de empleo y probablemente de financiación de la deuda.

Bien utilizados los recursos se habrían resuelto más de la mitad del problema del desempleo español. La primera semana del año se daba a conocer que el paro registrado en nuestro país es de 4.422.359 de personas. La correlación entre menor actividad y la caída de beneficios en los mercados, tiene su correspondiente reflejo negativo en la financiación de las familias y las empresas. En consecuencia resultará más difícil invertir y consumir, para construir lo que son los cimientos de nuestra economía.

Es uno de los retos del equipo económico de Rajoy, romper el cerco del estrangulamiento del crédito, acabar con la falta de liquidez de la banca e impulsar así la actividad económica.

 

 

 

 

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