El Ejecutivo ha descartado la creación del banco malo. Así lo transmitían fuentes de Moncloa tras la finalización de la primera reunión de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos que ha analizado las líneas maestras de la reestructuración del sector financiero cuyo proyecto no será aprobado hasta le reunión del próximo 11 de febrero.
El Gobierno sigue manteniendo contactos con todas las partes implicadas pero queda descartada la creación del banco malo para no repercutir más negativamente en las cifras de déficit que superará al cierre final del ejercicio el 8%. Nueva noticia negativa para el sector, que ve como cuanto más aumentan las necesidades de financiación del déficit público, más se encarece la financiación de las entidades privadas que compiten con el Estado en la búsqueda de recursos.
Aunque aparece analizado con detalla el acuerdo entre Merkel y Sarkozy para implantar una tasa a las transacciones financieras, valga esta mención como recuerdo de otro coste que restará en la cuenta de resultados de los bancos.
No menos negativa es la advertencia de las agencias, en especial de Standard and Poor´s, de que previsiblemente se producirá una rebaja de la calificación de las entidades financieras españolas, lógica consecuencia de haberlo hecho con el Estado en el que están asentadas las entidades financieras. Tras la rebaja en dos escalones la calificación del Reino de España, la duda es saber en cuanto lo serán los bancos y si el Grupo Santander podrá seguir manteniendo mejor calificación que el Estado.
Y pese a que no afecta directamente al sector financiero español, los analistas advierten de que no tendrá consecuencias positivas para los bancos y cajas comunitarios la previsión de que rebajen la calificación del Banco Europeo de Inversiones.
La explicación de S&P se cae por su propio peso en la lógica de las agencias, pero muestra una sofisticación de Nobel a la hora de cuantificar otro datos La explicación de Perogrullo para rebajar la calificación es que tres de los nueve accionistas del banco que conservan la "triple A" están con perspectiva negativa, Finlandia, Luxemburgo y Holanda, aunque los otros seis la tienen estable: Dinamarca, Alemania, Liechtenstein, Noruega, Suecia y Suiza.
Más sofisticada resulta la idea de que como los fondos propios de la entidad van a aumentar más que el porcentaje de préstamos, se mantiene la máxima calificación a corto.