Las conclusiones de dicha reunión no han trascendido, a diferencia de lo que había ocurrido en vísperas con la posibilidad de que los bancos acometan el saneamiento de sus balances con cargo a capital, la variable más tenida en cuenta en los últimos tiempos. Hace una década, la bancos cargaban contra reservas las prejubilaciones de sus plantillas, una práctica que casi abandonaron cuando el Banco de España obligó que fuera contra beneficios, el dato que más en cuenta se tenía.
176.000 millones de activos problemáticos
La exposición problemática al sector inmobiliario de la banca española se cifra en unos 176.000 millones de euros, una suma lo suficientemente considerable para que se provisione con cargo a capital y no a beneficios, como ya ha hecho con el cierre del pasado ejercicio Banesto, al detraer del resultado final 400 millones de euros.
Los responsables bancarios sostienen que, en la actual coyuntura, los mercados no valoran suficientemente unos buenos resultados y que la lupa se pone encima de la solvencia de las propias entidades. Claro ejemplo de ello es cómo los analistas han puesto en su punto de mira al alemán Commerzbank y al italiano Monte dei Paschi como posibles entidades nacionalizadas al no poder cumplir con los requisitos impuestos por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés).
Precisamente, este viernes concluye el plazo dado por la EBA al conjunto de la banca europea para que detallen sus planes para lograr el capital adicional que deben captar antes del próximo mes de junio, plazo que estableció el organismo con sede en Londres y que algunas entidades ya han superado.
El Santander es el claro ejemplo de ello, tras anunciar hace unos días que ya había alcanzado el 9% de capital principal exigido por la Autoridad Bancaria Europea y cómo llegaría al 10% en junio de 2012. BBVA, Caixabank, Bankia y Banco Popular tendrán que dar hoy los detalles concretos de sus planes para la captación del capital necesario, según los cálculos de la EBA.
Es por ello, por lo que algunos directivos de entidades financieras consideran contraproducente que el saneamiento de los activos problemáticos del inmobiliario en los balances se haga contra capital y no beneficios. Pero hasta que el Gobierno de Rajoy no concrete sus planes definitivos sobre la reestructuración financiera, la incertidumbre y el temor comienza a apoderarse de un sector en el punto de mira de la opinión pública.