Pese a que la Comisión Europea acaba de anunciar la creación de un grupo de expertos para que estudie si se deben llevar a cabo reformas estructurales en el sector bancario o no, grupo que estará presidido por el excomisario europeo y actual gobernador del Banco de Finlandia, Erkki Liikanen, Bruselas ya le ha dado las directrices a seguir.
Barnier, antes de constituir el grupo de expertos que constará de algo más de una decena de personas procedentes del mundo de la finanzas y del sector de representantes de los consumidores, ha defendido la idea de la necesidad de separar con total nitidez las actividades de banca al por menor de aquellas que tengan que ver con la banca de inversión.
La banca española apuesta por el trading
La propuesta no sólo es vista con reticencia por la banca española, que trata de ampliar sus ingresos como banca de inversión ante la falta de recursos convencionales. Expertos internacionales como los del grupo Pearson han enfatizado que, pese a la globalización de los grandes grupos financieros españoles, sólo el banco Santander lograba estar en el ranking de los 20 primeros por sus ingresos.
Algo similar sucede en Francia, cuyo sector financiero se caracteriza por ejercer la banca universal. Tres de sus grandes bancos, Crédit Agricole, BNP Paribas y Société Générale, están muy bien situados entre los 20 grandes del mundo que mayor porcentaje obtienen de sus ingresos por operaciones de trading y banca de inversión.
En concreto Société Générale, según los últimos datos hechos públicos correspondientes a 2010, ocupaba el noveno lugar de la banca mundial con unos ingresos de 7.529 millones de euros, el 21,1% del total de sus ingresos operativos en ese ejercicio. La BNP estaba en el decimotercer lugar con unos ingresos de 4.906 millones de euros, lo que suponía el 8,26% de los ingresos y Crédit Agricole se situaba en el décimo quinto lugar con unos ingresos de 4.451 millones y un 9,74% del total de sus ingresos operativos.
Conviene recordar que el único grupo español en esta clasificación entre los 20 primeros es el Banco Santander, situado en el lugar 19 con unos ingresos de 2.799 millones de euros y un 5,22% de sus ingresos.
Un retroceso en la Glass Steagall Act
Los analistas consideran que la propuesta supone un retroceso a la Glass Steagall Act, tal y como se la conoce popularmente a la Ley Banking Act, se instauró en Estados Unidos en 1933 como consecuencia de la crisis de 1929. En ella se separan las actividades de banca al por menor y banca de inversiones y fue muy cuestionada en los años 70, una situación que se ha repetido tras la crisis provocada por la caída de Lehman Brothers en el 2008.
Esta idea de separar las actividades de los bancos para proteger a los ahorradores de los riesgos que quieran asumir los banco de inversión en sus actuaciones profesionales, defendida ahora a capa y espada por Michel Barnier, está teniendo buen eco en otros franceses destacados en la escena internacional. Es el caso de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, que viene alabando las virtudes de separar las actividades de la banca de inversión de los intereses de los clientes y accionistas de la banca al por menor.
En Bruselas se ha analizado con todo detalle el informe elaborado en el Reino Unido por la Comisión Vickers que recomienda una separación drástica de ambos tipos de banca.
Como evidencian los acontecimientos sucedidos en la historia del sector financiero desde que se desencadenara la crisis del 29, se ha estudiado hasta la saciedad los riesgos que implica ejercer la banca universal, pero lo que resulta más discutible es constituir una comisión para darle ya el trabajo hecho de antemano y limitar el alcance de sus conclusiones. Y por supuesto, supone una intromisión en los procesos de concentración que se están llevando a cabo en los distintos países de la Unión Europea.