Por eso resulta más importante que nunca lo que decida Libia en los próximos días. Las buenas relaciones políticas establecidas con el Gobierno de transición y la situación de privilegio de Repsol en el país parecen descartar problemas mayores. Así los han manifestado a Capitalmadrid.com, fuentes de la compañía. Consideran que Libia siempre ha sido un país serio a la hora de negociar, por lo que dada su buena sintonía, no creen que habrá problemas, incluso no descartan conseguir un mejor contrato en la actualidad.
Los datos de Industria revelan que el consumo total de petróleo en España en 2010 fue de 62.358 Ktep, lo que suponía el 47,3% de la factura total energética española. Según datos del boletín de Cores (Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos) a octubre del 2011, Rusia con el 16%, Irán con el 14,7% y Arabia Saudí con el 14%, fueron los principales proveedores de España, seguidos muy de cerca por Nigeria que alcanzó un 13,6%.
Pero no todo está resuelto. Hay declaraciones que inquietan. El actual consejero del Gobierno libio y ex primer ministro, Ali Tarhouni, advirtió la pasada semana en Washington que su país iba a reexaminar los contratos del sector productor de petróleo, aunque no necesariamente habría que renegociar ni todos los contratos, ni todos sus puntos. Considera que algunos no cumplen la legalidad.
Sus palabras tienen una gran relevancia porque se le supone una influencia directa en el actual ejecutivo, el que ha sucedido al Gobierno de transición que él presidio desde finales de octubre a finales de noviembre del año pasado, como primer ministro y ministro de Economía y del Petróleo. Ali Tarhouni es muy bien conocido por los ejecutivos de las grandes compañías establecidas en Trípoli.
Libia produce sólo un 60% de su capacidad
Libia produce en la actualidad aproximadamente un millón de barriles al día, un 60% de lo que producía antes del derrocamiento de Gadafi. El Gobierno actual prevé recuperar su producción habitual para el segundo semestre de este año, lo que dificulta esa inyección de petróleo que necesita el mercado europeo tras el embargo iraní.
Libia había dado a entender a finales del año pasado que iba a revisar el contrato que mantenía con el primer productor del país, la italiana ENI. Pero a principios de año añadió que ponía en revisión todos los proyectos de desarrollo a largo plazo, por lo que podría afectar directamente a Repsol.
Durante el régimen de Gadafi la petrolera tenía que entregar el 90 de la extracción bruta en campos a cambio de extraer el crudo y Repsol conseguía solo refinado un 10% de todo lo que sacaba, es decir unos 16.000 barriles diarios. Estas variables contractuales se espera que puedan cambiar para bien y beneficiar muy abiertamente a la petrolera.
**España e Italia las más perjudicada **
Irán en la actualidad exporta 2,15 millones de barriles diarios y la mayoría de los compradores vienen de Japón, China e India. Pese a ello, si en unos meses se produce este embargo por parte de la UE, el gobierno iraní dejará de ingresar un porcentaje importante de los 100.000 millones de dólares que recibe por vender su petróleo. La UE le compra 792.000 millones, entre los que España compra 196.000 millones, según datos de la AIE. Es de hecho el segundo país de la UE que más petróleo le compró en 2011, con un 25,3% del total y el primero es Italia, con un 33,8%.
El embargo debe recibir el visto bueno por parte de los ministros europeos de Asuntos Exteriores que se celebrará el 30 de enero y, de momento, se desconoce la fecha en la que entrará en vigor.
En cualquier caso, no debe existir ninguna alarma dado que los Veintisiete están obligados a mantener unas reservas de crudo y de otros productos petrolíferos por el equivalente a noventa días de consumo medio registrado precisamente para poder prevenir cualquier tipo de emergencia.