LA CELOSÍA

El pre­si­dente del BBVA ganó más de cinco mi­llones de euros en 2010

Francisco González, con más codicia que sus antecesores

La crisis no evita que la alta di­rec­ción del BBVA se abone sa­la­rios mul­ti­mi­llo­na­rios

Francisco González, Presidente de BBVA
Francisco González, Presidente de BBVA

Hay un clamor de la ciu­da­danía en todos los países oc­ci­den­tales en contra del exu­be­rante (Greenspan di­xit) sa­lario de los di­rec­tivos y es­pe­cial­mente de los ban­que­ros. Aunque pa­recía al prin­cipio de la brutal cri­sis, ori­gi­nada por el des­madre de las en­ti­dades fi­nan­cie­ras, que los ban­queros co­men­za­rían a mo­derar su co­di­cia, no ha sido así. Las re­la­ciones mer­can­tiles y de in­terés entre quienes son de­po­si­ta­rios del voto (gestores de fon­dos) y los di­rec­ti­vos, en este caso del BBVA, im­piden que las juntas pongan freno a estos ex­ce­sos. La del BBVA, que el año pa­sado re­frendó los puntos del día con voto del 59% del total po­si­ble, vol­verá a aprobar los es­can­da­losos sueldos del pre­si­dente Francisco González (FG) y su con­se­jero de­le­gado Ángel Cano y las re­mu­ne­ra­ciones pro­puestas para este ejer­ci­cio, sin que apenas se es­cuche al­guna voz crí­tica du­rante la asam­blea.

FG, de quien nadie duda que trabaja mucho, se llevó a su casa 1,93 millones de euros en concepto de fijo y otros 3,388 millones por conceptos variables, lo que resulta en un saldo total de 5,31 millones. Por su parte, el consejero delegado Ángel Cano consiguió 1,25 millones de fijo y 1,482 millones de variable, lo que suma 2,731 millones. El BBVA pagó por consiguiente a los dos principales responsables del banco la cifra 8,047 millones.

Para tener referencias no lejanas en el tiempo sobre estas cantidades resulta interesante compararlas con las del último año en que el exitoso tándem directivo Emilio Ybarra y Pedro Luis Uriarte, y FG de comparsa, aunque con presidencia segunda ejecutiva, mantuvieron las riendas de la entidad, que fue 2001. Tras la purga de los dos primeros al cierre de ese ejercicio y de todos los consejeros que provenían del BBV en la primavera de 2002, Francisco González y su entonces nuevo consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, sustituido en 2009 por Ángel Cano, han sido los pilotos de la nave.

 Hace diez años, dos presidentes, Emilio Ybarra y FG, y el consejero delegado Uriarte, tras navegar con éxito en un ejercicio de profunda recesión, consecuencia del estallido de la burbuja tecnológica, el 11S y la quiebra de Argentina, se embolsaron 3,35 millones de salario fijo y 7,8 millones de variable, lo que supone 11,2 millones, claramente inferior per cápita (un 20%) a lo cobrado el año pasado por González y Cano, y este último está muy lejos todavía del palmarés de Pedro Luis Uriarte.

La dotación para pensiones también era entonces muy inferior a la del año pasado, teniendo en cuenta que este año solamente la ha recibido Cano, cuyo importe devengado es de 14 millones, según la memoria de Buen Gobierno. FG, al haber prorrogado su edad de jubilación, ya no recibe salario diferido en forma de pensión. Su bolsa por este apartado supera los 90 millones de euros, con poco más de 15 años en banca.  Los tres sucesores de los purgados, FG, Goirigolzarri y Cano, acumulan pensiones de 170 millones de euros, cifra probablemente superior a la de todos los consejeros y ex presidentes vivos del Bilbao y Vizcaya, ya que la provisión para estos últimos y los directores generales jubilados es de 209 millones, según la última memoria del banco.

La situación del banco cuando FG se hizo con el poder tras la purga consentida, si no alentada, por Jaime Caruana y Rodrigo Rato, entonces Gobernador del Banco de España y ministro de Economía respectivamente, era mucho mejor que la actual para el accionista. La rentabilidad respecto a los recursos propios, es decir sobre lo que ha puesto el accionista, era del 18%, mientras que ahora es del 15,8%. El rendimiento que se le saca al activo, ROA, era del 1%, cuando el año pasado se ha cerrado en el 0,9%. La tasa de mora actual duplica la de entonces, si bien es cierto que el coeficiente de solvencia es mejor el actual, 10,5 de Tier 1, frente a 8,5 en 2001.

El beneficio por acción sí ha mejorado en torno al 25%, pero la cotización bursátil se ha desplomado cerca del 40%, pasando de 13,90 euros a 8,41 euros.Desde entonces, la única gran operación ha sido la compra del 50% restante de Bancomer que no estaba en el balance, pero era un asunto ya pactado antes de la llegada de FG. Las propias de éste no han dado ningún resultado positivo, siendo ruinosa hasta ahora la de Compass. El gran valor aportado por Francisco González al BBVA ha sido probablemente el defecto que le achacan, su conservadurismo, que en épocas tan convulsas como las vividas ha servido de antídoto para cualquier descalabro. Los banqueros, con la tolerancia absoluta de los legisladores y autoridades supervisoras que no han facilitado ni fomentado el activismo accionarial, han decidido que su salario tiene que ser multimillonario pase lo que pase: El variable es muy bueno cuando el ejercicio es muy malo y fantástico si es bueno. Cuando la Bolsa va mal se la reduce al máximo como referente y cuando va bien se le añade ponderación.

Todo ello se escuda en los siguientes principios, que se supone son los que requiere el ejercicio profesional: Creación de valor a largo plazo, recompensa de la consecución de resultados basados en una asunción prudente de los riesgos, capacidad de atraer y retener a los mejores profesionales, recompensar el nivel de responsabilidad y la trayectoria profesional (no dicen con qué multiplicador), velar por la equidad interna y la competitividad externa, contar con referencias de mercado aportadas por firmas consultoras (la gran coartada), y asegurar la transparencia en la política retributiva (no hay ningún problema mientras no se viva en el espacio público). 

LA CELOSÍA es el blog de Gonzalo Garteiz y se puede consultar en  http://gonzalogarteiz.blogspot.com

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