FALTA DE LIQUIDEZ

Corralito en Tarragona

A la Generalitat le es­talla la crisis de las sec­ciones de cré­dito de las coope­ra­tivas agra­rias

L'Aldea
L'Aldea

Corralito en Tarragona, pre­ci­sa­mente cuando se cumple el dé­cimo aniver­sario del que hubo en Argentina. La coope­ra­tiva agrí­cola de L'Aldea (Tarragona) ha blo­queado todas las cuentas de su sec­ción de cré­dito de­bido a la falta de li­qui­dez. Los afec­tados por este blo­queo son unas 3.000 per­so­nas, en un mu­ni­cipio que tiene 4.300 ha­bi­tan­tes. La falta de li­quidez de su sec­ción de cré­dito obliga a la coope­ra­tiva a pre­sentar con­curso de acree­do­res. La Generalitat, que tiene las fun­ciones de su­per­vi­sión de estas sec­ciones de cré­dito, ha ci­tado para hoy lunes a los res­pon­sa­bles de la coope­ra­tiva para tratar de en­con­trar una so­lu­ción para los im­po­si­to­res, que no están pro­te­gidos por el Fondo de Garantía de Depósitos al no tra­tarse de en­ti­dades fi­nan­cie­ras.

El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, ha nombrado a la directora del Instituto Catalán de Crédito Agrícola, Divina Alsinet, comisionada para resolver el problema, que afecta a la base electoral de Convergencia i Unió.

Según el presidente de la cooperativa agrícola de L'Aldea, Fernando Falcó, la falta de liquidez de su sección de crédito se ha producido en un contexto de guerra del pasivo que les ha hecho perder impositores. Este hecho agravó la situación de la cooperativa, que había realizado una importante inversión en unos terrenos, y se encuentra con un ‘agujero' estimado en unos seis millones de euros.

Las secciones de crédito de las cooperativas están supervisadas por el departamento de Economía y Conocimiento de la Generalitat de Cataluña. Al no ser consideradas entidades financieras, no están amparadas por el Fondo de Garantía de Depósitos del, por lo que la situación puede llevar a la liquidación de la cooperativa y a la venta de sus activos para tratar de restituir el dinero a los clientes. La Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña advierte que las secciones de crédito "son las únicas entidades que están manteniendo la financiación al sector agrario".

Por ello y porque afecta a una parte de la base electoral de Convergencia i Unió, el sector agrícola, la Generalitat quiere evitar un efecto contagio en las secciones de crédito. El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, se reúne hoy lunes con los máximos responsables de la cooperativa afectada, junto a la directora del Instituto Catalán de Crédito Agrícola, Divina Alsinet, y el director general de Política Financiera, Jordi Oliva.

El consejero de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, se comprometió a hacer "todo lo posible" para que la situación en L'Aldea no acabe en un "corralito", pero de momento más de 3.000 personas, la mayoría vecinos de la localidad de Tarragona, no pueden acceder a su dinero en la sección de crédito de esa cooperativa.

La crisis en L'Aldea ha vuelto a poner de actualidad a las secciones de crédito. En Cataluña, desde 1985 han desaparecido 42 secciones de crédito de las cooperativas, pasando de las 153 que existían entonces a las actuales 111. El proceso de fusiones y las dificultades financieras que han sufrido muchas de estas instituciones explican esa drástica reducción de una figura muy desarrollada en Cataluña. Estas instituciones mueven unos 700 millones de euros, aportados por 45.000 socios. Este problema, siendo general en la comunidad autonómica catalana, se hace más patente aún en Lleida. En un cuarto de siglo, las secciones de crédito de las cooperativas con sede en esta provincia catalana han pasado de 62 a 37. Esto significa que más de la mitad de las secciones de crédito que han desaparecido en Cataluña lo han hecho en Lleida.

La culpa parece residir en las necesidades de liquidez de las secciones de crédito, provocadas por la crisis económica. Para captar depósitos de los socios de las cooperativas, han tenido que elevar su remuneración. La contrapartida es que se han disparado los costes financieros. Pero el dato más preocupante quizás sea que de las 37 cooperativas en Lleida que cuentan con sección de crédito, dos gestionan menos de dos millones de euros anuales. Frente a la frialdad de esas cifras, se encuentra el hecho de que, según la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC), hay 23 poblaciones en esta comunidad autónoma en la que la sección de crédito de una cooperativa es la única institución que presta servicios financieros a sus habitantes. De etas 23 localidades, ocho están ubicadas en Lleida.

En muchos pueblos de Cataluña, especialmente en las comarcas de Tarragona y de LLeida, las secciones de crédito de las cooperativas agrarias han ocupado el vacío dejado por las entidades financieras. De hecho, estas secciones de crédito son las únicas oficinas financieras abiertas al público en estos municipios. El problema es que no son entidades financieras, aunque puedan dar la apariencia de serlo. No son entidades reguladas ni supervisadas por el Banco de España, ni los ahorros de sus socios no están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos.

El Gobierno de Artur Mas descartó el proyecto de creación de una gran caja rural en Cataluña a partir de la integración de las secciones de crédito existentes en las cooperativas agrarias La operación, como contó CapitalMadrid.info el 5 de julio, fue impulsada por el director general de Política Financiera de la conselleria de Economía de la Generalitat, Ferran Sicart, con José Montilla como presidente. El siguiente paso era implantar una gran cooperativa de crédito en Cataluña, desde la base de la actual Caixa Rural Sant Fortunat de Castelldans, en la comarca de Les Garrigues. Esta entidad nació precisamente como sección de crédito de la cooperativa de Sant Fortunat para dar servicio a todos los asociados, y en 1963 se independizó. Y, con Caixa Guissona, son las dos únicas cajas rurales que existen en forma de sociedad cooperativa catalana de crédito.

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