El objetivo de esta política es mejorar las cuentas de resultados. Pero puede tener un coste, según los analistas. Podría ser el responsable de una caída de la cotización en Bolsa, ante la menor remuneración a los accionistas y de la negociación en el mercado. Según las previsiones globales de Goldman Sachs las bolsas europeas caerán el próximo año del orden del 16%. Algo similar ocurrirá en Estados Unidos, aunque el banco de inversiones prevé una recuperación para ese mercado.
Pero no todas las empresas saldrán afectadas de la misma manera. Este recorte tendrá más relevancia cuanto mayor sea la porción del capital social de una entidad que cotiza libremente en bolsa y que no está controlado por accionistas de forma estable. El conocido ‘free float'. Por ello las entidades más afectadas serían Telefónica, Santander o BBVA. Son los miembros del Ibex con más minoristas en su accionariado. Son las entidades que deberían verse más expuestas al malestar y la huida de los pequeños accionistas que han invertido en su valor pendientes no del poder o del control de la entidad, que no tienen, sino del dividendo anual.
En el lado opuesto están las empresas con menos del 50% de free float. En el IBEX 35 hay 15 sociedades con menos de ese porcentaje en el mercado. Endesa, controlada por el grupo italiano Enel, destaca con solo un 8%. Pero también están muy concentradas CaixaBank, Mapfre, Inditex, FCC, Telecinco, Sacyr, Acciona o ACS.
Destinar a reservas parte del dividendo
Un recorte del dividendo afectaría mucho menos a estas compañías que a quienes cuentan con porcentajes mucho más elevados en manos de accionistas anónimos y muy pendientes de la remuneración anual. A quienes cuentan con accionistas de referencia les ha resultado, al menos en teoría, más sencillo tomar la decisión. Estos accionistas estables suelen comprender mejor la conveniencia o la necesidad de destinar a reservas una parte de su resultado operativo en los momentos de crisis.
Atención aparte merecen las entidades cuyos accionistas de referencia dependen del reparto del dividendo en cash para poder hacer frente al pago de sus créditos. SACYR y ACS son dos casos emblemáticos a los que las decisiones de Repsol e Iberdrola sitúan ante una delicada situación. Así entre las primeras entidades en anunciar un recorte de su dividendo ha sido Telefónica que se ahorrará unos 3.400 millones de euros en 3 años al rebajar un 14% su retribución a los accionistas en los próximos dos años. Le han seguido en esta decisión FCC, con una rebaja del 9% y ACS que se suma a la moda de pagar con acciones y no con cash, los conocidos popularmente con ‘papelitos'.
Bien es cierto que algunos accionistas prefieren esta alternativa al contar con mejor tratamiento fiscal. El Santander, entidad que suele marcar tendencia en muchas de sus iniciativas, fue el primero que lanzó el ‘script dividend'. Supone de hecho una ampliación de capital para la entidad o para deshacerse de autocartera, que no le supone coste adicional y con el que consigue un reforzamiento de sus recursos propios.
Ya en el 2010 se apuntaron a esta modalidad Mapfre, Iberdrola, BBVA, Popular, Zardoya y Abertis, pese a que cuentan con ‘free floats' bien distintos. Este año se ha sumado también Bankinter. Pese a la ventaja fiscal inicial, puede surgir un problema si la acción tiene un recorrido al alza para el accionista es perfecto, ya que no cuenta con retención fiscal al momento, pero ante una caída superior de la Bolsa del 16% hasta el momento, resulta difícil compensar la pérdida.
¿Recortes para 2012?
Pese a la lluvia de pagos de dividendos previstos para los meses de diciembre y enero, los analistas barajan importantes recortes para el 2012. El anuncio de recesión técnica que se producirá entre los meses de septiembre y marzo del 2012 realizada por el nuevo ministro de Economía, Luis de Guindos no ayuda a devolver la confianza en el mercado.
Todo pese a que según datos de BME, las cotizadas retribuyeron a los accionistas hasta diciembre del 2011 un 45% más respecto al 2010. Un total de 33.247 millones de euros. El dato supone un nuevo récord histórico que tras la generalización de la medida del recorte del dividendo, difícilmente podrá alcanzarse en 2012. Bien es cierto que 4.000 millones de los más de 33.000 que ya se han repartido se están pagando en forma de acciones.
Los analistas dan por hecho que el próximo año aun habrá más. En el caso del sector financiero las previsiones realizadas por el propio sector para el próximo ejercicio son las de mantener los beneficios pero con un recorte sobre los de 2011. En los nueve primeros meses de este año la banca ha ganado el 15% menos. El año que viene se prevé peor.