Mapfre re­co­noce que el se­guro se con­templa como un pro­ducto para ricos

La crisis no modifica las malas costumbres de los españoles: son poco previsores y menos ahorradores

Un tercio de las fa­mi­lias no adopta me­dida al­guna para afrontar im­pre­vistos graves ni una re­duc­ción de in­gresos

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Los datos im­ponen por su peso: las pen­siones men­suales me­dias por or­fandad son de 360 eu­ros; por viu­de­dad, 588 eu­ros; por in­va­li­dez, 872 eu­ros. Si el gasto medio por hogar en España as­ciende a 29.782 eu­ros, según la Encuesta de Presupuestos Familiares de 2010, las pen­siones me­dias por estas si­tua­ciones apenas cu­bren el 45% de las ne­ce­si­dades de una fa­milia con un hijo menor de edad. Según un es­tudio rea­li­zado por la con­sul­tora Villafañe y Asociados para Mapfre Vida, una fa­milia es­pañola ne­ce­sita 1.500 euros de media al mes (1.700 euros en la Comunidad de Madrid, 1.350 euros en La Rioja y en Galicia) para hacer frente a sus gastos bá­sicos tras su­frir un im­pre­visto grave (invalidez, des­em­pleo, fa­lle­ci­miento) que pro­voca una dis­mi­nu­ción sus­tan­cial de sus in­gre­sos.

La mayor preocupación de los españoles es quedarse inválido de forma permanente (8,79 sobre diez puntos), sin trabajo (8,59) o sufrir una enfermedad grave o prolongada (8,56). Y el 82,3% de las familias reconoce no sentirse adecuadamente protegidas ante situaciones imprevistas que afecten a sus ingresos. Por cierto, que las mujeres se preocupan más que los hombres por estas cuestiones.

Ante estos datos, lo sorprendente es que una tercera parte (el 32,4%, para ser exactos) de los hogares españoles reconozca abiertamente que no está tomando medida alguna para poder hacer frente a imprevistos graves que afecten de manera importante a sus ingresos. Es más, el 18,9% se limita a ahorrar en la cuenta del banco, que no es precisamente el producto más adecuado para estos fines.

Sólo el 11,7% recurre a un seguro de Vida Riesgo. Pero del 49,8% de los españoles que afirma tener un seguro de Vida, la mitad es por estar vinculado a la hipoteca o a otro tipo de créditos. Sólo una de cada cuatro familias españolas tiene un seguro de Vida Riesgo no ligado a créditos. Y lo más grave es que el 53,2% desconoce las coberturas o garantías de su póliza, y el 71,4% ignora el capital que tiene asegurado.

"No hemos sabido liberar al seguro de la imagen de ser un producto caro, para ricos, cuando su coste es asequible a cualquier economía, y cuando los ricos son los que menos necesitan un seguro de vida porque tienen patrimonio suficiente para afrontar cualquier imprevisto", admite Juan Fernández Palacios, consejero delegado de Mapfre Vida. Una póliza con un capital de 100.000 euros para un hombre de 40 años apenas supone 25 euros mensuales.

**Ignorar la jubilación  **

"Todas las aseguradoras estamos hablando de preparar la jubilación, que es la primera preocupación de las familias, pero debemos hablar también de otros riesgos que generan situaciones más dramáticas, como la invalidez o el fallecimiento de una de las cabezas de la familia, donde la respuesta pública siempre es insuficiente", añade. Juan Fernández Palacios reconoce que a las aseguradoras "nos ha seducido más el negocio de Vida Ahorro que el de Riesgo", porque el primero genera "más volumen y relevancia", y el segundo "es poco agradecido porque las primas son pequeñas".

"También hay un problema de cultura financiera. Al ciudadano español le cuesta mucho tomar decisiones sobre el ahorro, porque no es una cuestión que se enseñe en los colegios. Los españoles necesitamos educación financiera", insiste el consejero delegado de Mapfre Vida.

El capital medio asegurado por póliza es de 36.600 euros. La mitad de los asegurados tienen un capital que no supera los 18.000 euros y las pólizas con capitales superiores a 60.000 euros sólo representan el 19%. Frente a estos datos, según un estudio realizado en Estados Unidos, sería necesario cubrir entre siete y diez veces la renta familiar existente antes del fallecimiento del cabeza de familia, lo que trasladado a España supone que el capital necesario oscilaría entre los 120.000 euros y los 125.000 euros, teniendo en cuenta las pensiones públicas de invalidez, viudedad y orfandad.

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