Ese menor de la alta dirección de los bancos, más preocupada por las nuevas exigencias de capital o por la captación de recursos para hacer frente al cierre de los mercados de financiación mayorista, se refleja en que las cuestiones relacionadas con el blanqueo de capitales son discutidos por el consejo de administración "al menos una vez cada tres meses". El 34% de los consejos de administración de bancos europeos "discuten formalmente las cuestiones del blanqueo de capitales mensualmente".
Habrá menos interés, o mandan otras prioridades. Pero el 80% de los bancos mundiales se quejan del incremento de los costes del cumplimiento de la normativa contra el blanqueo de capitales durante los tres últimos años. Y en Europa, es el 82%. Y es que, según las entidades, los nuevos requerimientos de la normativa contra el blanqueo de dinero han incrementado los costes un 45%. El 82% espera que esos costes seguirán aumentando en los próximos tres años, porcentaje que baja al 71% entre las entidades de Europa occidental. Pero el 68% espera un incremento de los costes que oscilará entre el 10% y el 50%.
La lucha contra el blanqueo cuesta más, sobre todo por el control de las operaciones más sospechosas. Pero también por "el aumento de las necesidades externas de información para el regulador". Y a pesar de ese incremento de los costes, únicamente el 10% de los bancos mundiales ha optado por externalizar o deslocalizar las funciones de prevención del blanqueo. Y el 80% no siquiera se ha planteado esa posibilidad.
Pero los instrumentos de prevención aumentan. El 88% de los bancos internacionales cuenta con procedimientos específicos para identificar y supervisar a las "personas políticamente expuestas", concepto incluido en la Directiva sobre Blanqueo de Capitales de la Unión Europea, frente al 71% de 2007 o el 45% de 2004. Otra cuestión es que funcionen, como sucedió en el Reino Unido al descubrir la FSA, el organismo encargado de la supervisión de la banca, que ésta había blanqueado 1.300 millones de dólares de fondos robados por el dictador de Nigeria, el general Abacha, de las arcas públicas de su país. La última revisión de las personas políticamente expuestas realizada por la FSA en el Reino Unido reveló que las entidades han realizado escasos progresos en la gestión de éstas.
Otra cuestión que preocupa a las autoridades es que menos de una tercera parte de los bancos mundiales es capaz de monitorizar una única operación de un cliente sospechoso de blanqueo y el estado de sus cuentas en diversos países.
En Europa, la banca espera un aumento continuo de la presión reguladora para prevenir y combatir el blanqueo de capitales.