Dentro de este planteamiento de gobierno corporativo, el consejo de Administración "delegará la gestión ordinaria en la Comisión Delegada y en la Alta Dirección", para concentrar su actividad "en la aprobación de los objetivos y estrategias del Grupo, así como de la organización y estructuras más adecuadas para su puesta en práctica; y en supervisar y controlar que la Dirección cumple los objetivos marcados y respeta el interés social".
Esto se traduce en que la Comisión Delegada fijará "los objetivos generales de actuación" del grupo Mapfre, y también los planes estratégicos. Y deberá ser informado "inmediatamente" de cualquier contingencia que pueda suponer "una pérdida, desembolso o disminución patrimonial" superior a los cuatro millones de euros para una división o sociedad filial (ocho millones para el grupo), y de las medidas adoptadas o en estudio para afrontarla.
Además de formular los presupuestos y de analizar "mensualmente" su cumplimiento y las previsiones, la Comisión Delegada debe "identificar los principales riesgos" para el grupo Mapfre. Y decidirá específicamente normas que afecten a la gestión, tesorería, optimización de capitales por países, administración e inversiones, recursos humanos y relaciones laborales, comunicación e imagen, tecnologías de la información, seguridad, asuntos legales, comercialización y marketing, y atención al cliente. Prácticamente, nada debe escapar a la atención de la Comisión Delegada, para asegurar una "actuación coordinada y sinérgica" de todas las áreas y sociedades del grupo Mapfre.
La Comisión Delegada establece "las líneas generales" en retribuciones y condiciones laborales, y es quien autoriza la firma de convenios colectivos y otros acuerdos con los representantes de sus trabajadores.
También debe autorizar cualquier contrato que implique obligaciones de pago superiores al millón de euros en una sociedad o área (dos millones para el grupo), "operaciones especiales de endeudamiento" superiores a los 25 millones en una sociedad (50 millones en el grupo), la compra de inmuebles para uso propio superiores a seis millones, todas las adquisiciones de inmuebles que no sean para uso propio, y las "operaciones especiales" de inversión en inmuebles.
También tiene que autorizar la Comisión Delegada la adquisición, integración, fusión o escisión de entidades en la que participe una sociedad del grupo Mapfre; la creación o liquidación de sociedades; el inicio de nuevas actividades empresariales o en un nuevo país; y los acuerdos o alianzas.
Finalmente, deberá autorizar el nombramiento y el cese, y las retribuciones, de altos directivos, cuando estas competencias no dependan del consejo de administración o del Comité de Nombramientos y Retribuciones de éste.