Tendría 64.000 mi­llones en ac­ti­vos, frente a los 48.000 mi­llones de Cajamar

Ruralcaja se adelanta al Banco de España y exige la fusión virtual de todas las rurales

Propone un Sistema Institucional de Protección con el Banco Cooperativo Español como so­ciedad ca­be­cera

Ruralcaja
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A Ruralcaja se le ha aca­bado la pa­cien­cia. Y ha op­tado por ade­lan­tarse al Banco de España, que quiere que el Grupo Caja Rural (que reúne a todas las en­ti­dades del sec­tor, ex­cepto a las que pre­fi­rieron su­marse al Grupo Cooperativo Cajamar) avance de­fi­ni­ti­va­mente hacia su in­te­gra­ción efec­tiva, y exige a éste que aco­meta la fu­sión vir­tual. Ésta se haría me­diante la crea­ción de un Sistema Institucional de Protección (SIP) con mu­tua­li­za­ción del 100% de los be­ne­fi­cios (algo que re­chazan mu­chas de las en­ti­dades in­te­grantes en el Grupo Caja Rural aunque sea una exi­gencia del Banco de España), y con el Banco Cooperativo Español (en el que par­ti­cipan ac­cio­na­rial­mente todas las ru­ra­les) como so­ciedad ca­be­cera. Las ru­rales del grupo apor­ta­rían al Banco Cooperativo Español sus par­ti­ci­pa­ciones en las otras dos so­cie­da­des: la in­for­má­tica RSI y la ase­gu­ra­dora RGA.

De aceptarse esa propuesta por el Grupo Caja Rural, que supone trasladar a éste el modelo implantado por Ruralcaja en CRM (integración de servicios centrales, sociedad de cabecera, mantenimiento de personalidad jurídica y marcas de las entidades), éste tendría unos activos totales de unos 64.000 millones de euros, de los que 11.000 millones son aportados por Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM), una fusión virtual de una quincena de entidades de la Comunidad Valenciana liderada por Ruralcaja. La siguiente con más peso es la Rural de Navarra, con 7.200 millones. El principal competidor es la almeriense Cajamar, que con su propio grupo, formado por una decena de entidades, tiene un volumen de48.000 millones.

Una carta enviada por el presidente de Ruralcaja y de CRM, Eduardo Ferrer, a su colega de la Asociación Española de Cajas Rurales, Manuel Señorón, deja muy clara la voluntad de este grupo de adelantarse a las indicaciones del Banco de España. Ferrer recuerda que la reforma de los estatutos del Grupo Caja Rural, aprobada el 28 de octubre, con la creación de un sistema de colaboración cooperativa y de un acuerdo regulador de las relaciones económicas entre las entidades, como respuesta a la negativa del Banco de España a aceptar un SIP sin mutualización del 100% de los beneficios, "no sólo ha generado una fuerte división" entre las entidades que lo componen, sino que "no satisface las necesidades que la realidad de nuestro sistema crediticio y del entorno económico requieren".

Ruralcaja y, por extensión, CRM, quieren más. Eduardo Ferrer exige "soluciones alternativas auténticamente eficaces", ya que el rediseño del Grupo Caja Rural no basta. Y "resulta imprescindible buscar alternativas sin dilación alguna".

La propuesta de Ruralcaja/CRM es que los socios del Grupo Caja Rural se integren en un "grupo consolidable de entidades de crédito". Esto permite "unificar todos los servicios de apoyo", con el consiguiente ahorro de costes y la ganancia de eficiencia, uno de los puntos más débiles del sector. Esta fórmula permite "preservar la personalidad" de todas las entidades del grupo, así como "sus marcas locales".

Ferrer subraya, en su carta al presidente de la Asociación Española de Cajas Rurales, que el Grupo dispone "de los instrumentos adecuados para ejecutar el proceso con la urgencia que las circunstancias requieren": el Banco Cooperativo Español, que sería la sociedad cabecera del SIP, y al que se traspasarían todas las participaciones de las cajas rurales en Rural Servicios Informáticos (RSI) y en Rural Grupo Asegurador (RGA).

El presidente de CRM recuerda que esa fusión virtual de todas las rurales del Grupo en un SIP es "la opción que hemos venido defendiendo, verbalmente, en los últimos años sin éxito". Pero que "es nuestra obligación" realizar una propuesta formal ante la Junta Directiva de la Asociación Española de Cajas Rurales "para que se pronuncie con la máxima celeridad posible", y para "determinar las entidades interesadas en abordar el proyecto con la máxima urgencia".

En las cajas rurales, un sector muy atomizado, más de la mitad del sector está todavía, pese a las indicaciones del Banco de España, al margen del proceso de concentración. Cajamar, que está fuera del Grupo Caja Rural desde que rompió el pacto y abrió sucursales fuera de su territorio original, impulsó el primer SIP, al que se han sumado seis entidades de la Comunidad Valenciana, la Rural de Baleares y, pendiente sólo de su ratificación por la asamblea general, la de Canarias. Ruralcaja reaccionó con CRM, con 15 entidades de la Comunidad Valenciana. La sevillana Rural del Sur creó el Grupo Cooperativo Ibérico de Crédito, con la Rural de Extramadura y la de Córdoba. La Rural de Almendralejo replicó con un SIP formado también por cinco entidades andaluzas y extremeñas.

Además, hay tres fusiones convencionales: Globalcaja, en Castilla La Mancha, con cuatro entidades, con la Rural de Ciudad Real al frente: la Nueva Caja Rural de Aragón, con Cajalón y Multicaja; y en Castilla León se han unido las rurales de Burgos, Segovia y Fuentepelayo (CajaCega).

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