La operación con el ecuatoriano Banco Pichincha España, realizada en julio y por tanto ajena al cumplimiento de los nuevos requisitos fijados por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) el 27 de octubre, es una referencia de lo que pretende hacer Bankia con las carteras de créditos que considere no estratégicas.
Bankia vendió en julio al banco ecuatoriano 572 créditos al consumo concedidos en su día por Caja Madrid, con un valor de 5,5 millones de euros. Todas las operaciones de financiación vendidas al Pichincha fueron concedidas a inmigrantes ecuatorianos residentes en España, y se encontraban en el momento de la venta en correcta situación de amortización, no había créditos en dudoso cobro o morosos. Una venta de una cartera de créditos tiene varias ventajas. La primera, genera liquidez. La segunda, reduce los activos ponderados por riesgo y el balance, por lo que también disminuyen las necesidades de recursos propios. Y la tercera, aminora el riesgo de morosidad y libera las provisiones correspondientes a esos créditos. La cuadratura del círculo, cuando Bankia tiene unas necesidades de capital que, según la EBA, ascienden a 1.140 millones de euros.
La entidad del grupo Banco Financiero y de Ahorros está dispuesto a vender más carteras de créditos al consumo y de hipotecas a otras entidades financieras, en la línea emprendida con el Pichincha. Menos atractivo tiene la venta de carteras de créditos a fondos ‘buitre', que compra carteras de préstamos vencidos o con problemas de morosidad, generalmente con un fuerte descuento sobre su valor,
El caso es que más de 500 clientes que contrataron créditos de consumo con Caja Madrid, la principal entidad de las siete cajas que forman el Banco Financiero y de Ahorros y Bankia, han pasado a ser clientes del Banco Pichincha. La primera entidad financiera de Ecuador está comprando carteras de créditos de inmigrantes latinoamericanos en España, tanto de consumo como hipotecarios, como estrategia para crecer más rápidamente en el mercado nacional.
El Banco Pichincha quiere hacer más operaciones de estas características con Bankia y con otros bancos y cajas de ahorro españoles, siempre que sus titulares sean inmigrantes latinoamericanos, no necesariamente sólo ecuatorianos.
En el caso de Bankia, son créditos de consumo, pero están ligados a operaciones de financiación hipotecaria. Y es que era muy habitual completar la hipoteca, que nunca se concede sobre la totalidad del valor de tasación de la vivienda sino sobre un porcentaje que oscila, según el perfil de riesgo del cliente, entre el 80% y el 60%, con un préstamo personal para llegar a la totalidad del importe de la casa. El importe medio de los créditos de consumo adquiridos a Bankia por el Pichincha España ronda los 10.000 euros.
En octubre, el Pichincha España adquirió 292 hipotecas que eran propiedad de un fondo de inversión, por un importe de 53 millones de euros. Un 30% de esta cartera es de clientes latinoamericanos, y la mitad de estos, ecuatorianos. El importe medio de cada hipoteca es de 150.000 euros. La mayor parte de estas hipotecas se concedió por encima del 90% del valor de tasación, un porcentaje inusualmente alto en España. El banco ecuatoriano insiste en que son créditos que están al corriente de pago, no dudosos ni morosos.
La operación entre Bankia y el Pichincha tuvo un efecto colateral inesperado: el temor de muchos de los clientes ecuatorianos a que el banco, en caso de impago del crédito, recurra a sus bienes en su país de origen. El Pichincha España insiste en que "en ningún momento ha existido la intención de perseguir en Ecuador las deudas contraídas en España", y en que "la compra de cartera responde básicamente a la idea de crecer en España".
Durante su visita a Madrid, el pasado sábado 9 de octubre, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, afirmó ante más de 10.000 compatriotas en un encuentro en Vistalegre que "el Gobierno ve como una agresión sin nombre que un banco ecuatoriano venga a salvar a la banca española". "Pero tengan la seguridad que desde el Gobierno vamos a tomar las medidas para que a ese banco ni se le ocurra ir a cobrarles a ustedes, ni a sus familiares en Ecuador, una deuda que tienen en España", señaló, al tiempo que anunciaba que habían exigido al Pichincha toda la información sobre la compra de créditos de ecuatorianos en España.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó en la XXI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Asunción (Paraguay), que el marco jurídico de su país impide canjear los créditos hipotecarias adquiridos con entidades financieras españolas por inmigrantes ecuatorianos en España por bienes en la nación sudamericana.
El presidente ecuatoriano manifestó su preocupación por la situación de los ecuatorianos afectados por la crisis hipotecaria en España, que "se está tratando terriblemente mal". "La economía es sencilla, hay casas y gente que necesita casas, pero con el esquema actual, los bancos que no necesitan casas se van a quedar llenos de casas y la gente que necesita casa se va a quedar sin casa. Es un absurdo económico", argumentó. Según Correa, "hay formas de solucionar eso, pero como el capital no quiere crecer, y 'me pagas o te quito la casa', van a ir al peor de los mundos". Admitió que "es muy difícil" ayudar desde Ecuador a sus compatriotas residentes en España afectados, pero se les está dando "ayuda legal".