Caixa Girona ade­lanta su plan de via­bi­lidad en so­li­tario

Las cajas hacen los deberes a toda prisa para aprobar el examen del Banco de España

Caja Extremadura ne­gocia con CajAstur y CajaMurcia una alianza es­tra­té­gica

Javier Arastegui
Javier Arastegui

Tras las tres fu­siones de cajas (Caja España-Caja Duero, Caixa Catalunya-Caixa Tarragona-Caixa Manresa; Caixa Sabadell-Caixa Manlleu-Caixa Terrassa) apro­badas por el Banco de España y por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), el go­ber­nador Miguel Ángel Fernández Ordóñez y, sobre todo, el sub­go­ber­na­dor, Javier Aríztegui, y el di­rector ge­neral de Supervisión, Jerónimo Martínez Tello (los dos pro­ceden del grupo de ins­pec­tores del su­per­visor y los dos son es­pe­cia­listas en cajas de aho­rros), han pi­sado el ace­le­rador para que el pro­ceso de con­cen­tra­ción no sólo no se de­tenga, sino que vaya mucho más rá­pido. Al Banco de España no le gusta que todas las ope­ra­ciones sean in­tra­rre­gio­na­les, salvo el res­cate de Caja Castilla La Mancha (CCM) por CajAstur y la fu­sión entre Cajasol y Caja Guadalajara, sin ol­vidar los mo­vi­mientos vir­tuales en marcha (Grupo Banca Cívica, con Caja Navarra, CajaCanarias y Caja Burgos, con Caja Ávila y Caja Segovia en ca­pi­lla; y la im­pul­sada por CAI, Caja Rioja y Caja Insular de Canarias).

Hace una semana que MAFO dio en Valencia un aviso casi definitivo: cajas ahora viables pueden dejar de serlo y, por tanto, ser "intervenidas y posteriormente liquidadas y vendidas, y sus consejos de administración expedientados". El sector, los presidentes, los directores generales y los consejeros, captaron el inequívoco mensaje. Recados mucho más discretos han realizado entre las entidades que están bajo la lupa del supervisor Aríztegui y Martínez Tello. Por si la recomendación de Fernández Ordóñez no hubiera sido bien entendida. "Una de las habilidades de un gobernador del Banco de España es saber cuándo y cómo ha de dar sus recados", señala el director general de una entidad de ahorro.

Los presidentes de Unicaja, Braulio Medel, y de Cajasur, el canónigo Santiago Gómez Sierra, y el coordinador de la fusión entre ambas entidades, Manuel Azuaga (hombre de la máxima confianza de Medel y mal visto en la caja cordobesa), acuden el día 8 de abril a la vetusta sede del Banco de España en la madrileña calle de Alcal-a para informar a responsables del supervisor de cómo va la integración. El Banco de España no quiere espectáculos como los de la semana pasada, con instituciones públicas cordobesas pidiendo a gritos la intervención de CajaSur por el supervisor; el Cabildo de la Catedral de Córdoba, que es quien controla la caja, intentando la destitución del director general, Antonio Barral; el consejo de administración suspendido en sus funciones a la interventora; y Unicaja respondiendo con la retirada temporal del coordinador de la fusión.

El Banco de España quiere conocer de primera mano el cumplimiento del plan económico del proyecto de fusión y, sobre todo, de las sinergias, que son vitales para reducir el coste de una integración. Porque nadie tiene duda alguna respecto a que la fusión (en realidad, una absorción de la entidad cordobesa por la malagueña) de CajaSur y de Unicaja. La amenaza de intervención de la caja controlada por la Iglesia a través del Cabildo de la Catedral de Córdoba sigue ahí, por mucho que el consejero de Economía de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila, la descarte y pida "sacrificios" a las dos partes para cuajar la integración cuanto antes.

Las prisas se notan en que un madrugador consejo de administración de Caixa Galicia aprobó el inicio de negociaciones de cara a un proceso de integración a partir del documento suscrito por el presidente de la primera, Julio Fernández Gayoso, y el director general de la segunda, José Luis Méndez, el pasado lunes, y que permitió al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, dar por hecha la fusión. El consejo de Caixanova no parece tener tanta prisa, ya que tiene previsto reunirse a la vuelta de Semana Santa.

La fusión de las dos cajas gallegas no termina de convencer al Banco de España, por su elevado coste y sus escasas economías de escala. El supervisor prefiere que estas entidades participen en grandes fusiones interregionales. Pero la Xunta de Galicia se resiste a perder sus cajas. El Banco de España no adoptará una decisión oficial hasta no ver los documentos sobre el plan de integración, el cálculo del dinero que se va a pedir al Frob, el plan de reducción de costes y de venta de activos, y otros aspectos esenciales de una propuesta de fusión que no ha recibido ni recibirá hasta que los consejos de administración no aprueben el inicio del proceso.

Una caja que se ha dado también prisa en hacer los deberes es Caixa Girona, que disgustó tanto a la Generalitat como al Banco de España al desmarcarse en el último momento de Unnim (la unión de las caixas comarcales catalanas). Ya ha presentado al Banco de España un adelanto de su plan para seguir en solitario: reducción del 5% de la plantilla mediante prejubilaciones y bajas incentivadas, lo que afectará a unas 60 personas cada año; y del 6,5% de la red de oficinas, con el cierre de una quincena de sucursales que ahora no son rentables; la "puesta en valor de diversos activos", entre ellos el negocio de seguros, y destinar el dinero obtenido a reforzar provisiones; y mayor presencia en pymes, banca privada y banca personal, y en la distribución de seguros, planes de pensiones y fondos de inversión, para aumentar los ingresos y la recurrencia de éstos.

Caja Extremadura aprovecha el clima favorable a las fusiones y su consejo de administración ha aprobado el inicio de negociaciones con CajaMurcia y con CajAstur para el desarrollo de un Sistema Institucional de Protección (SIP) o de "alianzas estratégicas" con otras entidades de ahorro. La entidad con sede en Cáceres asume que en la operación pueden entrar más, como Caja Cantabria. Esa operación es a la que pretendía sumarse Caixanova, antes de topar con la rotunda negativa de la Xunta de Galicia, para eludir tanto una fusión con Caixa Galicia como una absorción por una de las grandes del sector.

Cajastur, que ultima la absorción de CCM y que por tanto se siente liberada del compromiso con el Banco de España de dedicarse exclusivamente a esta tarea, está dispuesta a estudiar operaciones de integración que se presenten en el actual escenario de reestructuración financiera

En una semana, el Banco de España ha conseguido plasmar tres fusiones, aunque sean intrarregionales (dos en Cataluña y otra en Castilla León). Desatascar la de Unicaja y Cajasur. Que se inicie la integración de las gallegas. Que Caixa Girona haga sus deberes lo antes posible. Que Caja Extremadura renuncie a una fusión intrarregional para sumarse a una operación virtual interregional, que Caja Burgos se integre en el Grupo Banca Cívica. Dos movimientos que provocarán un efecto dominó en el resto del sector.

Si es que no hay como hablar alto y claro de vez en cuando.

 

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