El FROB, que mañana se con­va­lida en el Congreso, abre una brecha entre los dos po­lí­ticos po­pu­lares

Aznar roba los argumentos económicos a Rajoy

Los dipu­tados del PP to­davía no han re­ci­bido in­di­ca­ciones claras de cómo tienen que votar

El ex presidente Gobierno, José María Aznar
El ex presidente Gobierno, José María Aznar

El pre­si­dente del Partido Popular lo tiene di­fí­cil. Cuanto más in­tenta Mariano Rajoy trans­mitir la idea de in­de­pen­dencia res­pecto de su pre­de­cesor en la pre­si­dencia del par­tido, más in­tro­mi­siones se pro­ducen por parte de José María Aznar. Suele su­ceder además en las horas pre­vias a fijar su po­si­ción per­sonal en ma­te­rias re­le­vantes del de­bate po­lí­tico na­cio­nal. Lo que ha ocu­rrido en va­rias oca­sio­nes, vuelve a pro­du­cirse en vís­peras del im­por­tante de­bate de con­va­li­da­ción del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) de mañana miér­coles en el Congreso de los Diputados. El PP está dis­puesto a darle su apoyo, pese a las re­ti­cen­cias que muestra a cómo se ha ela­bo­rado. No le gusta que no haya ha­bido apenas ne­go­cia­ción entre los res­pon­sa­bles del Ministerio de Economía y Hacienda y los del Partido Popular para una cues­tión tan re­le­vante. Rajoy, pese a que lo ca­li­ficó de dis­pa­rate, es cons­ciente de que re­sulta ne­ce­sario reor­denar el sec­tor, aunque sea con me­didas menos am­bi­ciosas a las pre­vistas por el PP, para fa­ci­litar los re­cursos que ne­ce­sitan em­presas y par­ti­cu­lares para reac­tivar la eco­no­mía. No lo ha gus­tado la úl­tima in­ter­ven­ción del ex pre­si­dente que le ata las ma­nos. Aunque casi no le sor­prende nada de las ac­tua­ciones de quien le de­signó, le ha de­jado sin res­puesta. Los dipu­tados to­davía no han re­ci­bido in­di­ca­ciones claras de cómo tienen que vo­tar.

Es evidente que Mariano Rajoy se siente molesto con las últimas descalificaciones al proyecto realizadas por el ex presidente José María Aznar, porque de nuevo le ha robado las ideas principales de su argumentario y además parece marcarle lo que debe hacer en el debate. Aunque en cuanto a la coincidencicia de ideas de ambos es más que evidentes.

La nueva intromisión se produce en un momento en que Rajoy quería hacer aportaciones sobre la gravedad de las incertidumbres. Coincide con el premier británico en que la coyuntura internacional sigue asfixiada por esta crisis que parece insuperable. Para Gordon Brown no ha lugar hablar de que haya pasado lo peor. Pide que en la cumbre del G8 que comienza mañana en L´Aquila los dirigentes mundiales hagan sonar la alarma por segunda vez, porque la economía todavía puede ir hacia abajo.

Pero se le han adelantado. El pasado día 3 de julio, el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, destacó en la presentación del informe ‘La reforma del sistema financiero internacional' que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) permite garantizar la impunidad de los responsables de haber llevado a la insolvencia a las entidades financieras. Algo similar a lo que defiende Rajoy cuando pide responsabilidades de los gestores que entidades como Caja Castilla La Mancha (CCM), cuya falta de diligencia ha exigido su intervención.

Mariano Rajoy coincide con Aznar en que la utilización de más recursos públicos va a dificultar la recuperación económica. El PP aumentará mañana que el déficit público seguirá creciendo a ritmos exponenciales y provocará que las emisiones públicas necesarias para financiarlo competirán con las privadas provocando que alzas desproporcionadas en la remuneración para que resulten un éxito. Sobre las entidades que resulten inviables, Rajoy es menos claro que Aznar sobre qué hacer ya que el ex presidente defiende dejarlas caer.

El presidente de FAES critica también las ayudas previstas para las entidades sin problemas de solvencia para las que dice no existir razón alguna para que el Gobierno las apoye.

Aznar le ha robado uno de los argumentos clave que viene defendiendo el PP en sus recientes intervenciones de que el dinero público no se puede utilizar para tapar la mala gestión de muchas cajas de ahorros politizadas. Pero no ha aclarado qué quiere decir con que este mismo dinero público se haya utilizado para tapar intereses inconfesables.

Aznar no dejó títere con cabeza en su intervención. Criticó a Mario Conde sin mencionar su nombre. Al referirse a la condena por estafa a Bernard Madoff, ensalzó la rapidez en la resolución del juicio, mientras que en España, quienes estafan y no devuelven lo robado pasan una corta temporada en la cárcel, y luego se pasean por los platós de televisión para dar lecciones de ética.

Ha aprovechado también la ocasión para desquitarse de cuantos le han criticado por aproximar sus posiciones de política internacional y económica al ex presidente de EEUU, Georges W. Bush. La oportunidad de nuevo se la dio la intervención de la Caja de Castilla La Mancha.

Ironizó sobre la actuación de Juan Pedro Hernández Moltó, que pasa por una fase de aislamiento y depresión, diciendo que quien presidía le entidad manchega, no era George Bush, ni había quebrado por invertir en hipotecas "subprime", sino en otras cosas. Finalmente, la responsabilidad de haber llevado a la insolvencia a unas cuantas cajas de ahorros no corresponde a peligrosos neocon ni a despiadados liberales, sino más bien todo lo contrario.

Para concluir que algunos directivos de cajas de ahorros perdieron el respeto a su trabajo y les parecía poco glamuroso dedicarse a evaluar el riesgo en las asignaciones de crédito, pero veían menos aburrido invertir el dinero de los depositantes en proyectos arriesgados, movidos por interés político.

Finalmente, Aznar defendió otro de los argumentos recurrentes de Rajoy, el de la necesaria reforma de la Ley Orgánica de Cajas de Ahorro. En este sentido, el ex presidente critica que los condicionantes territoriales primen sobre los criterios económicos en las fusiones bancarias. Para Aznar, los problemas del sistema financiero no pueden determinarse por intereses territoriales o políticos, ya que acentuaría la centrifugación del Estado, hasta hacerlo incapaz de cumplir con las funciones imprescindibles que tiene asignadas.

En este sentido coincide con su predecesor en el cargo, Felipe González. El ex secretario general del Partido Socialista ha llegado a pedir a los 27 Jefes de Estado o de Gobierno un gran gesto. Lo compara al que realizaron los líderes europeos tras la Segunda Guerra Mundial. Propone que Europa se dote de una normativa singular para crear un espacio financiero único. Evitaría que las entidades tengan que someterse a 27 sistemas legales diferentes que ponen trabas a su actuación.

Tampoco se ha olvidado Aznar de proponer la entrada gradual de inversores privados en la recapitalización de las cajas de ahorros, como ocurre en otros países europeos, donde todavía existen cajas. Desde el entorno del actual líder popular lamentan que el ex presidente del Gobierno no terminara su intervención diciendo: ‘haced lo que yo no hice'.

 

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