El Ejecutivo comunitario, que adoptó hoy la guía anual de precios para el pescado fresco y congelado, destaca que la caída de la demanda fue especialmente acusada en la primera mitad de 2009, periodo en el que se registraron caídas "dramáticas" de los precios de primera venta, sobre todo en pescado blanco y crustáceos.
Sin embargo, la evolución reciente del precio de las especies pelágicas y de los productos congelados ha sido menos negativa. En el caso de las sardinas y el bonito los precios aumentaron entre el 1% y el 3%, mientras que los de la caballa y las anchoas españolas así como el de los arenques bajó entre el 1% y el 4%.
Para los productos congelados, la CE propone para 2010 ajustes al alza de entre el 1% y el 2% para la merluza y las gambas, y bajar entre el 1% y el 4% el mero de Groenlandia, el besugo, la sepia, el pulpo y el calamar. Por último, Bruselas sugiere recortar el precio del atún amarillo un 4% debido al deterioro reciente del mercado.
Las propuestas de la Comisión Europea se basan en la media de los precios de mercado en los Estados miembros durante los tres años anteriores y tiene en cuenta la tendencia de la producción y la demanda, así como el interés de los consumidores y evitar tener que retirar pescado del mercado.